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La popularización y normalización de los vehículos eléctricos es cada vez mayor. Fruto de ello, el Gobierno está en vías de implantación de un Real Decreto que modifique la directiva 2014/94/UE, referente a la instalación de una red de carga para vehículos con combustibles alternativos.
De hecho, esta es una de las mayores barreras con las que cuentan los coches eléctricos en España, pues a no ser que se disponga de una toma de corriente para éste en el hogar, no es del todo fácil encontrar un sitio donde recargar su batería.
En este sentido, el Ejecutivo plantea en la nueva norma la instauración de un punto de recarga para vehículos eléctricos por cada diez de éstos existentes en España. En ésta señala, además, que la distancia entre los suministros de Gas Natural Licuado -GNL- no podrá exceder de 400 km, mientras que la ubicación entre dos estaciones de repostaje para vehículos de Gas Natural Comprimido -GNC- nunca será mayor a 150 km. En todo caso, estas estimaciones se hicieron cuando las baterías de los vehículos eléctricos tenían una autonomía de unos 150 km, cifra que ha aumentado en la actualidad hasta los 250 km.
Todas estas acciones están motivadas por la exigencia de la Unión Europea sobre la creación de un Marco de Acción referente a este tema, el cual debería haber entrado en vigor antes de que finalizase el 2015. Sin embargo, el que no haya un nuevo Gobierno ha ralentizado el lanzamiento de estas medidas. De todos modos, la instalación de los puntos de recarga se hará en base a las matriculaciones al término del año 2020, en el que, según las estimaciones, deberían haber aproximadamente 150.000 vehículos eléctricos y 1.190 estaciones de recarga en nuestro país.
