Cómo está la carrera de las baterías de estado sólido con 1.000 km de autonomía

De un tiempo a esta parte los fabricantes trabajan en las llamadas baterías en estado sólido que anuncian grandes autonomías y mínimo tiempo de recarga. Así está la carrera de las baterías de 1.000 km de autonomía

Varios fabricantes están desarrollando las llamadas baterías de estado sólido. Este tipo de pilas podrían ser la solución de futuro para los vehículos eléctricos por sus características. ¿El motivo? Principalmente unas prestaciones similares a las de los vehículos de combustión, superarían los 1.000 kilómetros de autonomía -Toyota anuncia 1.200- con un tiempo de recarga de apenas 10 minutos. Pero tienen sus inconvenientes. Te contamos cómo está la carrera de las baterías en estado sólido de más de 1.000 km de autonomía.

Las baterías en estado sólido utilizan un material cerámico o plástico que reemplaza el electrolito líquido entre el ánodo y el cátodo. Permite utilizar nuevos ánodos que ya no son de grafito, sino de metal con un alto contenido en litio. Esta estructura presenta varias ventajas. Por un lado, un menor riesgo de incendio. Por otro, una densidad mayor de energía y una larga autonomía. Consecuentemente una reducción del peso y el tamaño.

Pero tiene algunos inconvenientes. Su producción tiene que ser más precisa y compleja que con las baterías actuales. El electrolito sólido debe estar conectado de manera estable a los electrodos para que los iones fluyan fácilmente. Y también su precio.

La marca china Nio es de momento quien va más avanzada. Hace menos de un mes realizó una prueba retransmitida en directo con una nueva batería de estado semisólido que esperan comenzar a fabricar en breve. Logró recorrer 1.044 kilómetros con una sola carga. Se trata de una batería con 150 kWh de capacidad con una densidad energética muy superior a las actuales. Tiene previsto como decimos comenzar a fabricarla este año e incorporarla en su sedán ET-7.

Toyota dice que coexistirán

Otro de los fabricantes que trabaja con baterías en estado sólido es Toyota. De hecho lleva haciendo pruebas desde 2020. Pero en su caso no espera incorporarlas tan a corto plazo. Su estrategia contempla, según anunció hace unos días Andrea Carlucci, vicepresidente de Toyota Motor Europe, la mejora progresiva de las actuales para producir automóviles con más de 1.000 kilómetros de autonomía. Promete una nueva generación de baterías a partir de 2026.

Las primeras, versiones de alto rendimiento diseñada con una estructura convencional, pero con el doble de autonomía y un coste un 20 por ciento inferior que la del bZ4X. Le seguirán baterías de buena calidad y bajo coste con tecnología LFP (litio ferrofosfato), más económicas pero con un 20 por ciento más de autonomía que la del bZ4X. En 2027 llegarán también baterías bipolares de alto rendimiento con unas prestaciones similares a las de estado sólido.

La primera batería en estado sólido de la marca nipona llegará en 2027-2028, tendrá un tiempo de recarga de 10 minutos del 10 al 80 por ciento. Actualmente según comentan desde la marca japonesa, han conseguido solventar el obstáculo de la producción en serie por lo que para esas fechas podrán fabricar varias decenas de miles de vehículos.

Las pruebas de Volkswagen

Aparte de Toyota, otros fabricantes trabajan en las baterías de estado sólido. Entre ellos Nissan, BMW que tiene una asociación con Solid Power y Renault con Airbus. El Grupo Volkswagen trabajan con la californiana QuantumScape de la que es accionista.

Precisamente estos días la marca alemana ha anunciado unos resultados prometedores con celdas de estado sólido. Un prototipo de QuantumScape probado por la unidad de baterías de la marca germana, PowerCo, consiguió que la celda de batería experimentara una pérdida de capacidad de almacenamiento del 5 por ciento después de más de 1.000 ciclos de carga, esto es el equivalente a casi medio millón de kilómetros. Su intención es llevarla al mercado lo más rápido posible.