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El coche es el medio de transporte favorito para viajar en las vacaciones de verano. Por eso es recomendable su cuidado, así como evitar prácticas habituales tales como un excesivo uso del aire acondicionado o sobrecargarlo con demasiado equipaje. Acciones que pueden acabar con el vehículo en el taller o tirado en la carretera.
Julio y agosto son los meses de mayor circulación en España. La DGT estima 89,3 millones de desplazamientos por carretera. Por su comodidad —amén de otros factores—, el coche es el medio de transporte favorito por los españoles. En la mayoría de las veces, únicamente se presta atención a recomendaciones que tienen que ver con los neumáticos y sus presiones, así como al estado del aceite del motor.
Pero hay muchas más indicaciones que conviene seguir para evitar las averías del vehículo. Situaciones que pueden derivar en la entrada del coche al taller o en la detención en la propia carretera, frustrando los planes de las vacaciones. Aquí van unos cuantos consejos para evitar sustos.
Cuidado con el sobrepeso
Un factor que siempre hay que vigilar es la posible sobrecarga del coche debido a la gran cantidad de equipaje que se suele llevar en vacaciones. Si excede el peso máximo, esto se traduce en mayores distancias de frenado, un comportamiento errático de la suspensión —que puede dañar incluso los amortiguadores—, y por ende, de todo el coche. Lo que compromete la seguridad de todos los integrantes del vehículo. No obstante, también acarrea otro tipo de inconvenientes como un mayor gasto de combustible y sanciones administrativas por parte de la autoridad competente.
Especial atención con el remolque
Durante este periodo, muchas familias necesitan, para las vacaciones, incorporar un remolque a su vehículo—. Es de vital importancia comprobar si el coche en cuestión está homologado para circular con remolque y que este no supere el límite de peso de arrastre. Aunque el coche reúna las condiciones para ello, no hay que olvidar que esta práctica supondrá un mayor desgaste de componentes como los frenos o el embrague, además de que precisa extremar las medidas de seguridad.
Descanso cada dos horas de conducción
Esta es una de las prácticas que menos se realizan. Y es que hacer pausas para descasar cada dos horas de conducción es esencial para seguir manteniendo una atención adecuada mientras se viaja, si el viaje se realiza durante las horas de mayor calor, también dará descanso a algunos componentes del vehículo. Es muy importante hidratarse adecuadamente.
Uso responsable del aire acondicionado
Es el remedio perfecto para combatir el calor, pero un uso excesivo e indebido puede acarrear costosas reparaciones en el vehículo. Si no ha sido puesto en marcha en mucho tiempo, conviene revisarlo para evitar fugas de gas en el circuito o problemas en el compresor. Tampoco es recomendable utilizarlo a máxima potencia, ya que se estará mermando la potencia del vehículo, además de provocar una posible avería en el sistema de aire acondicionado. Lo recomendable es su funcionamiento a una temperatura de entre 22 y 24 grados.
Un coche limpio es un coche seguro
Especialmente si se está en zonas de costa, donde el salitre y el sol pueden comprometer el estado de la carrocería y la pintura del vehículo, conviene realizar lavados periódicos superficiales para quitar el salitre. A la vuelta de las vacaciones, sí que se aconseja un lavado más exhaustivo con productos específicos para el cuidado de la pintura y la carrocería.
