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Colocación sillitas infantiles

Cómo colocar correctamente una sillita infantil

Se estima que un uso incorrecto de la sillita infantil puede llegar a multiplicar por cuatro el riesgo de muerte en caso de accidente de tráfico, mientras que la posibilidad de sufrir lesiones graves se produce en cuatro de cada cinco casos de uso incorrecto. Colocar correctamente una silla infantil no sólo revierte en una mayor comodidad del menor en el coche, sino también en su propia seguridad.

Según la normativa actual, se deben utilizar siempre sillitas infantiles que cuenten con la debida homologación, y que se adapten a la talla y peso de los niños, siguiendo la instalación que indique el fabricante. Pero uno de los factores más importantes es la orientación en la que se van a colocar; según diversos estudios, es recomendable que esté orientada en sentido contrario de la marcha al menos hasta que el niño cumpla los cuatro años.

De acuerdo con la aseguradora Mapfre, en caso de accidente de tráfico frontal, si el niño va sentado en sentido inverso de la marcha, se reducen hasta en un 75% las probabilidades de sufrir lesiones graves. Así, se protege mejor la columna vertebral del niño, al impedir que la cabeza del menor se pueda desplazar violentamente en el sentido de la marcha.

Tipos de sillitas infantiles

colocación sillita infantil

El primer paso para asegurar el viaje de los más pequeños pasa por conocer qué tipo de silla requiere en función de su edad y peso. Existen cinco tipos o categorías que pretenden facilitar la elección de la silla correcta.

  • Grupo 0. Es el adecuado para bebés de 0 a 10 kg de peso –habitualmente, hasta los 9-12 meses de edad, aunque la edad es simplemente un criterio orientativo-. Los asientos, en este grupo, suelen ser del tipo capazo o cucos; en ellos, el bebé viaja tumbado en una posición natural, con sujeción mediante un cinturón a la altura del vientre, o mediante arnés en forma de Y, que mejoran la seguridad en caso de impacto lateral.
  • Grupo 0+. Indicado para bebés de hasta 13 kg –aproximadamente, hasta los 12-15 meses de edad-. Suelen tratarse de los habituales “portabebés”. Tanto en este grupo como el anterior, la sillita siempre debe ir orientada hacia atrás, y nunca debe ser instalada en un asiento que disponga de airbag frontal, a menos que dicho dispositivo de seguridad haya sido desconectado previamente.
  • Grupo I. Adecuado para niños de 9 a 18 kg –aproximadamente, entre 1 y 3 años de edad-. Se trata de sillitas que se sujetan al vehículo mediante el cinturón de seguridad o mediante ISOFIX. En este caso, el niño viaja sujeto a la sillita mediante un arnés de seguridad. Hay que tener en cuenta que el peso relativo de la cabeza del niño respecto a su cuerpo es mayor que en un adulto, y que la musculatura de su cuello aún no se encuentra completamente desarrollado. Por ello, es recomendable colocar la sillita orientada hacia atrás el mayor tiempo posible.
  • Grupo II. Indicado para niños desde los 15 hasta los 25 kg –entre los 3 y los 7 años-. En este caso, es habitual que la silla esté compuesta por un elevador y un respaldo que se deposita sobre el asiento del vehículo, y que utiliza el mismo cinturón de seguridad del vehículo para sujetar al niño.
  • Grupo III. Es el recomendado para niños entre los 22 y los 36 kg –entre 6 y 12 años-. Habitualmente se utiliza únicamente el elevador de la silla junto con el respaldo del vehículo, utilizando el cinturón de seguridad del coche.

Cómo utilizar las sillitas

Colocación sillita infantil

Independientemente de la duración del trayecto, el niño debe estar siempre correctamente sentado en su sillita, y nunca en brazos. Los test de impacto demuestran, en este sentido, que en un impacto de sólo 5 km/h es imposible sujetar convenientemente al menor, que saldrá lanzado contra el asiento o el parabrisas. Estos son los pasos a seguir para utilizar correctamente la sillita.

  • Fijarla al vehículo. Si la silla y el coche cuentan con ISOFIX, su colocación será realmente sencilla, ya que sólo será necesario deslizar los enganches metálicos hasta hacer “clic” con las argollas presentes en el asiento. Si no cuenta con este sistema de fijación, es necesario utilizar las hebillas de la sillita para colocar el cinturón de seguridad del coche. Para asegurar su posición, es necesario tirar del cinturón hasta que quede fija, para luego tirar de ella y comprobar que no se mueve.
  • Acomodar al niño. Una vez regulada –casi todos los respaldos se pueden ajustar en altura y anchura-. Se debe ajustar también el cinturón de la sillita, habitualmente con una tira en su parte inferior, para que el niño quede correctamente sentado.
  • Ajustar el reposacabezas. Casi todas las sillas actuales cuentan con almohadillas regulables o con un mecanismo para ajustar la parte superior para que la cabeza del niño quede lo más protegida posible. Hay que tener en cuenta que las lesiones de cuello son las más frecuentes hasta los 4 años en caso de accidente.

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