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Los modelos urbanos más deportivos de la historia

Los modelos urbanos más deportivos de la historia

Generalmente, pensar en coches urbanos nos hace imaginar vehículos de pequeño tamaño y potencias contenidas para ser más eficientes y fáciles de conducir. Sin embargo, hay ejemplos de modelos extremadamente deportivos que harían las delicias de los amantes de la competición y la conducción extrema. Hemos seleccionado los más llamativos.

Audi A1 quattro

Audi A1 quattro urbanos

Equipado con un motor 2.0 TFSI de cuatro cilindros y 256 CV, con 350 Nm de par, tracción total quattro y una caja manual de cambios de seis velocidades, son muy pocas las diferencias entre este modelo y un Audi S3, salvo la más aparente, la carrocería.

Su rendimiento no deja lugar a dudas: es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 5,7 segundos, lo que equivaldría a la mitad de lo que tardarían el 90% de los modelos urbanos que integran su segmento.

Sus características deportivas no pasaron desapercibidas, ni su exclusividad, ya que solo se fabricaron 333 unidades. ¿Su precio? Similar al de un Porsche Cayman, y cerca de 10.000 euros más que el Audi S3 con el que compartía tren de potencia.

MG Metro 6R4 Clubman

MG Metro 6R4 Clubman urbanos

Es, quizás, una de las versiones de urbanos deportivos más extravagantes y llamativos que se hayan puesto nunca en el mercado. Bajo tantos apéndices aerodinámicos se esconde un pequeño modelo de 3,64 metros de largo desarrollado especialmente para competir en rallyes, y diseñado por la escudería Williams F1 de Formula Uno.

Este fue también un modelo muy limitado a apenas 20 unidades de competición y otras 200 de calle. La ahora renacida marca británica puso en el mercado estas unidades en 1984, y contaban con un motor 3.0 V6 de gasolina con 250 CV (que aumentaban hasta 380 en la versión de competición), tracción total y un peso que no llegaba a los 1.000 kg.

Toyota GR Yaris

Toyota GR Yaris

El pequeño urbano de la marca japonesa cuenta también con una variante extrema capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos y alcanzar 230 km/h (una velocidad limitada electrónicamente), por lo que es el urbano más veloz y deportivo a la venta en la actualidad.

El GR Yaris cuenta con un motor tricilíndrico de 1.6 litros turbo y 261 CV, caja de cambios manual de seis velocidades, tracción total y un peso de solo 1.280 kg. Técnicamente, es posible que el conductor ajuste el funcionamiento de la tracción a las cuatro ruedas según sus preferencias o las circunstancias de la conducción por medio de un mando de selección del modo 4×4. En el modo normal, la distribución de par entre el eje delantero y el trasero es de 60:40, mientras que el deportivo, esta proporción pasa a ser de 30:70. El modo Track, por último, permite elegir un ajuste del 50:50, más enfocado a la competición en circuito o etapas especiales.

Renault Clio V6

Renault Clio V6

El rendimiento de un Porsche 911 en el cuerpo de un Renault Clio. Así describía la prensa especializada a este urbano de la marca francesa del que solo llegaron 3.000 unidades, muy demandadas por los amantes de los modelos urbanos en su momento.

La versión más popular de este modelo llegó en el año 2000 como auténtico homenaje a otro histórico, el Renault 5 Turbo 2. Aunque la palabra “turbo” nunca llegó a aparecer en el Clio, el planteamiento era similar al del histórico modelo francés: tracción trasera, motor situado tras el habitáculo y mucha más potencia de la habitual.

Peugeot 205 T16

Peugeot 205 T16

Si este coche es una leyenda es, en parte, por el extraño proceso con el que se creó. El especialista Heuliez se dedicó a cortar la parte trasera de 200 unidades de la variante GTI del 205 para incorporar un nuevo subchasis tubular capaz de soportar la suspensión y el motor para conseguir homologar el resultante para competir en el Grupo B de Rallyes.

En cuanto a su motor, contaba con un bloque turbo situado en posición central y tracción total. Este bloque era un 1.8 de cuatro cilindros que procedía del 205 diésel (no, no es un error), modificado para acoger una culata de 16 válvulas con turbo Garrett. El resultado eran unos nada despreciables 200 CV y un par de 255 Nm, aunque las variantes para competición desarrollaban mucho más.

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