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Las 7 claves que hacen de la pila de hidrógeno un combustible de futuro

Más allá del coche de batería puro y de los combustibles sintéticos, encontramos una tercera opción tan válida o más que aquellos para mover los coches del futuro, la pila de combustible. Te contamos las claves que hacen de la pila de hidrógeno un combustible de futuro.

 

Aunque todavía está poco extendida, la pila de combustible se revela como una alternativa más para lograr la neutralidad climática. Es un hecho que si hablamos solo de eficiencia energética, un coche con batería supera a uno con pila de combustible alimentado por hidrógeno. Ahora bien, este último cuenta con ventajas importantes. Estas son las claves que hacen de la pila de hidrógeno un combustible de futuro.

 

  1. Autonomía de térmico. Para empezar, la pila de combustible de hidrógeno tiene dos ventajas claras sobre el eléctrico con batería: tiene más autonomía y un menor tiempo de carga. Toyota ha hecho demostraciones en las que ha recorrido más de 1.000 km con si repostar con un Mirai. Tanto este vehículo como el Hyundai Nexo, -ambos únicos vehículos de este tipo en el mercado español-, logran, “sin despeinarse” alcanzar los 650 kilómetros. Es decir, como uno térmico.
  2. Tiempo de repostaje como un térmico. La otra gran ventaja es que su tiempo de repostaje es similar al de un vehículo térmico. Se realiza de diferente manera pero no lleva más tiempo.
  3. Más autonomía no es más peso. Una tercera ventaja que tienen los coches de hidrógeno es que incrementar su autonomía apenas tiene efecto en el peso del coche. Como ocurre con un diésel o un gasolina. Un coche con un depósito de 90 l no pesaría mucho más que uno con 70. Llevar más cantidad de hidrógeno no afectaría sustancialmente a la masa del coche (aunque su volumen sí podría ser un inconveniente). Eso no ocurre en un eléctrico con batería. Si queremos más autonomía tenemos que incrementar el peso porque tenemos que poner una batería más grande.
  4. Más durabilidad de las baterías. Según un estudio de Toyota, la durabilidad de la pila de combustible es mayor que las baterías de coches eléctricos normales. El mismo estudio concluía que tras 30.000 ciclos de trabajo, (equivalente a 200.000 km a lo largo de 15 años) la caída de voltaje fue uniforme en todos los bloques de la pila e inferior al 6 por ciento en todo caso. Las baterías pierden más eficiencia con el uso, especialmente si abusamos de las cargas rápidas.
  5. Potencia constante. En un vehículo eléctrico con batería, la potencia del sistema depende de la carga de la batería. En un coche con pila de combustible, al igual que en los de carburante, la potencia es constante hasta que el depósito llega a su límite inferior. Ahora bien, hay que tener presente que en uno de hidrógeno eso no significa “vacío”. Hay un mínimo de presión interior que el sistema necesita para funcionar.
  6. Mejor reciclaje que las baterías. Reciclar las pilas de combustible será más fácil que baterías, por el número de componentes y la forma en que están dispuestos. El platino que contienen sigue teniendo valor y se puede recuperar para otras pilas.
  7. Menor dependencia de China. Más allá de las diferencias funcionales, encontramos otras de tipo logístico. Mientras la mayoría de los materiales necesarios para las baterías de litio provienen de China, en el caso de la pila de combustible, la dependencia es menor. Recordemos también la fragilidad de la cadena de suministro con la crisis de los semiconductores.

 

y algún inconveniente…

La eficiencia es una de las grandes desventajas de la pila de combustible en relación con un eléctrico. Dos son los aspectos relacionados con esta menor eficiencia. Por un lado, respecto a la infraestructura de carga. Para un eléctrico de batería la pérdida es leve, consiste en la que hay en el transporte, eventual almacenamiento y en el proceso de carga. En el caso del hidrógeno, hay que producirlo, usar energía para la electrólisis, comprimir el gas, licuarlo, transportarlo y finalmente introducirlo en los depósitos de la estación de servicio, que también deben estar a presión.

En el vehículo también se produce una pérdida de energía, en forma de calor. La eficiencia energética de la pila de combustible no supera el 60 % en el mejor de los casos. Gran parte de esa energía se pierde en mantener la temperatura de la batería entre unos 80 y 90ºC.

Ahora bien, a diferencia de un motor de combustión, los cambios de carga no afectan mucho al rendimiento, que es casi constante.

Inconveniente también es, de momento, que como no hay oferta, no hay demanda y viceversa. Solo dos modelos se ofrecen en España y no hay ninguna hidrogenera pública a 750 bar. La principal vía para el desarrollo de la pila de combustible son las grandes flotas pesadas, los autobuses que ya funcionan y los vehículos industriales.

 

 

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