¿Cómo influye un mal mantenimiento en el consumo del coche?

Si este verano quieres gastar menos combustible, lo primero que tienes que hacer es asegurarte de respetar las operaciones de taller recomendadas por el fabricante. ¿Cómo influye un mal mantenimiento en el consumo del coche?

Más allá del riesgo para la seguridad vial, el hecho de que un vehículo no esté bien mantenido también es un riesgo para el medio ambiente… y para nuestro bolsillo. ¿Cómo influye un mal mantenimiento en el consumo del coche? Para empezar, un mal funcionamiento de determinados sistemas o piezas de un coche supone un aumento del consumo de combustible del mismo. El principal motivo es que estas piezas tienen que realizar un mayor esfuerzo, requiriendo una mayor cantidad de energía (combustible).

Filtros de aire. Tener los filtros de aire sucios puede limitar la cantidad de aire que fluye hacia el motor del coche, haciendo que éste trabaje más. Esta situación puede aumentar el consumo de combustible del coche en un 10 por ciento.

Filtro de combustible. Es el encargado de retener las impurezas propias del combustible desde el depósito al motor. Si está sucio u obstruido, se reduce el caudal de combustible y provoca pérdida de potencia y aumento de combustible.

Bujías. Las bujías son las encargadas de proporcionar la chispa para que se produzca la combustión. Los coches diésel por su parte cuentan con bujías de precalentamiento. Si las bujías no están en buen estado, el consumo puede elevarse de forma importante y multiplicarse los gases contaminantes. Nos pueden poner en alerta sobre problemas en las bujías un aumento del consumo, que el coche dé tirones o dificultades a la hora de arrancar.

Batería. Si la batería no está en buenas condiciones, no llegará suficiente energía a las bujías y estas demandarán más consumo de combustible para realizar su trabajo.

Neumáticos. Llevar una presión incorrecta de los neumáticos supone un consumo de entre un 5 y un 10 por ciento extra dependiendo de la situación. En estos casos aumenta la superficie de contacto del neumático produciéndose más rozamiento.

Aceite. Un mal mantenimiento hace que el aceite del coche encargado de lubricar las piezas del motor no tenga la viscosidad correcta obligando al motor a un mayor consumo de energía.

Inyectores. Los inyectores se encargan de distribuir el combustible dentro del motor logrando una mezcla homogénea. Si estos no funcionan bien, el consumo se eleva. De hecho, en ocasiones podemos ver cómo gotean combustible cuando están en reposo. Los fallos de los inyectores son más comunes en los coches diésel.