El ayuntamiento de la ciudad holandesa de Rotterdam está considerando utilizar botellas de plástico reciclado para pavimentar sus carreteras, sustituyendo así al tradicional asfalto y reduciendo el impacto medioambiental de cada nueva obra.
La compañía holandesa WolkerWessels es la responsable del desarrollo de PlasticRoad, el nuevo pavimento creado a base de plástico reciclado. Según esta empresa, PlasticRoad necesita menos mantenimiento que cualquier carretera de asfalto, es capaz de durar hasta tres veces más, y soporta sin problemas temperaturas de uso de entre -40 y +80 grados.
Entre sus ventajas destaca su construcción modular: cada tramo de pavimento se almacena, se transporta y se instala de una forma mucho más rápida que en el caso del asfalto. Al tratarse, además, de un material hueco, es posible colocar o reparar canalizaciones, cables o tuberías sin necesidad de perforar su superficie.
También conlleva beneficios medioambientales, ya que supondría una considerable disminución en las emisiones nocivas de las que es responsable el pavimento convencional: se estima que, cada año, las tareas de asfaltado en todo el mundo suponen 1,6 millones de toneladas de Co2.