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La marca japonesa Mazda ha anunciado que los motores de combustión interna continuarán siendo el pilar de su desarrollo tecnológico durante los próximos años, negando, al tiempo, que los motores diésel sean los principales causantes de la contaminación medioambiental de las grandes ciudades.
De esta forma, según la marca de Hiroshima habrá que esperar hasta 2020 para el lanzamiento de su primer vehículo híbrido, y hasta 2021 para el primer híbrido enchufable, pero siempre como complemento a su oferta en motores de combustión.
El primer movimiento a favor de los motores convencionales que llevará a cabo Mazda será el lanzamiento de la nueva gama Skyactiv-X, que estará presente en el nuevo Mazda 3 que verá la luz durante 2019. Este nuevo propulsor, impulsado por gasolina, utilizará un método de combustión novedoso, conocido como HCC –Homogeneous-Charge Compression Ignition-, que permite a los motores de gasolina poder funcionar sin necesidad de bujías.
Según las previsiones de la marca, Mazda contará en el año 2035 con un 84,4% de motores de combustión interna en su oferta comercial, aunque su objetivo será reducir el consumo de sus motores Skyactiv en un 30% de media. Esto se debe traducir en un descenso de emisiones de CO2 cercano al 50% respecto al año 2010 antes de llegar a 2030, y que esa reducción sea del 90% en 2050.
