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Salvador Jorge López, responsable de Business Intelligence Consultancy y promotor de la transición a la movilidad eléctrica de ALD Automotive, analiza las diferencias entre los combustibles del futuro y destaca cómo el hidrógeno verde se postula como una solución real para la descarbonización del transporte.
Aunque la introducción de la movilidad eléctrica es una realidad y el compromiso de todos los agentes promotores es fundamental para cumplir con los ODS de la Agenda 2030 marcados por la ONU, los departamentos de innovación de toda la industria de la automoción se afanan por encontrar una alternativa real que permita la adopción definitiva de un transporte con un impacto medioambiental nulo. Por este motivo, Salvador López, responsable de Business Intelligence Consultancy en ALD Automotive, y promotor de la transición a la movilidad eléctrica en la compañía, ha analizado las diferencias entre los que se postulan como combustibles del futuro.
En este sentido, ha recordado que los biocombustibles son aquellos que se obtienen del tratamiento de materia orgánica, aplicando un tratamiento tanto físico como químico para su obtención. Se trata, por tanto, de un tipo de combustible que no tiene la consideración de ser 100% limpios, aunque consiguen reducir las emisiones hasta en un 90% por lo que, ha matizado López, “en ningún caso son considerados neutros en carbono”.
Por el contrario, ha señalado que los combustibles sintéticos provienen de dos materias primas fundamentales, como es el CO2 que se captura de la atmósfera y el hidrógeno verde.
Precisamente este último se postula como una solución real para la descarbonización del transporte, ya que se obtiene de energías limpias.
En efecto, el hidrógeno proviene de la rotura de la molécula de agua o lo que se conoce como el proceso de electrólisis. Si en ese proceso se aplica una energía que proviene de fuentes de energía verdes como es la eólica o la solar entonces el combustible generado final, es decir, ese hidrógeno, será un hidrógeno verde con una huella de carbono cero.
El hidrógeno verde como una solución real para la descarbonización del transporte.
El hidrógeno verde es, por tanto, un combustible con una huella de carbono cero, que puede utilizarse como fuente de energía en la movilidad de vehículo, bien en los vehículos de pila de hidrógeno, o bien en los vehículos de combustión tradicionales de diésel o gasolina que sustituyen a estos carburantes por el hidrógeno verde para su combustión. De esta manera, y con unas aplicaciones tan interesantes en movilidad, el hidrógeno verde va a suponer una verdadera revolución en la energía ya que, con una huella de carbono nula, se postula como una alternativa real a la descarbonización del transporte.
Salvador nos lo cuenta en profundidad en este vídeo.
