5 verdades y mentiras sobre la carga de coches eléctricos

La llegada de los eléctricos despierta muchas dudas entre los conductores. Es interesante tener claros algunos conceptos sobre la carga de las baterías de éstos. Te contamos 5 verdades y mentiras sobre la carga de coches eléctricos.

La electromovilidad supone un cambio para todos los conductores respecto a los coches diésel y gasolina. Adaptarse es necesario y tener las cosas claras, también. Te contamos 5 verdades y mentiras sobre la carga de coches eléctricos.

1. Cargar un coche eléctrico es caro. Depende.

Las recargas rápidas y ultrarrápidas -que pueden llegar hasta 350 kW- sí son caras (hasta 0,8 euros/kWh). De hecho, hay fabricantes que piensan tarificar una recarga ultra-rápida al precio que tendría un depósito de combustible de un coche equivalente. El motivo principal es que estas instalaciones son caras de construir y de mantener.

Ahora bien, las cargas lentas, las que podemos hacer en nuestro hogar o en nuestro lugar de trabajo, no son caras. El precio por kW de cargar un coche eléctrico es el mismo que pagamos por el consumo de cualquier electrodoméstico de nuestra casa. En este 2023 ronda los 0,1 y 0,2 euros/kWh, pudiendo programar la carga en los tramos más favorables, durante la noche. Además, las compañías eléctricas permiten contratar la electricidad a precios especiales para la recarga de eléctricos.

2. Instalar un punto de recarga en casa lleva mucho tiempo. Falso.

Se trate de una vivienda unifamiliar o bien de un garaje comunitario, instalar un punto de recarga en casa no lleva mucho tiempo. Entre una y dos semanas es lo habitual. Si se trata del primero, resulta bastante sencillo y apenas suele llevar complicación. Lo ideal es disponer de una instalación exclusiva para la carga y no hacerlo en cualquier enchufe. Así nos aseguraremos de que la instalación está bien dimensionada y de poder disponer de más potencia de carga.

En el segundo caso, en el de la instalación de un punto de recarga en un garaje comunitario, basta con notificarlo al administrador. No es obligatorio pedir permiso a la comunidad de vecinos. A continuación la compañía instalará el punto de recarga en nuestra plaza de garaje tirando un cable desde nuestro contador. Puede ocurrir que necesitemos una gran cantidad de cable porque este se encuentre lejos.

3. La velocidad de carga es constante durante toda la carga del coche. Falso.

A lo largo de la carga de un coche eléctrico se producen muchas oscilaciones en función de cómo esté de cargada la batería. La velocidad máxima de carga se alcanza en el tramo de entre el 10 y el 80 por ciento. Por debajo de ese 10 por ciento, es más lenta mientras que el último 20 por ciento a menudo dura tanto como el primer 80.

En todo caso, la velocidad de carga de la batería depende del tamaño de ésta y de la capacidad de entrada del propio vehículo. Es determinante si lleva sistema de 400 u 800 voltios.

4. Hay pocos puntos de recarga en España. Verdadero.

España cuenta con 20.243 puntos de recarga de coches eléctricos, según el último Barómetro de la Electromovilidad en España correspondiente al 1er Trimestre de 2023 realizado por ANFAC. Si bien decir si hay pocos o muchos puede ser relativo, sí es un hecho objetivo que ocupa las últimas posiciones en el ránking europeo.  Ahora bien, durante el primer trimestre se han instalado 2.115 nuevos puntos, siendo uno de los mayores crecimientos trimestrales registrados. Sin embargo, 1.537 de estos nuevos puntos son de potencia de hasta 22 kW o inferior, y solo el 2 por ciento de al menos 150 kW, solo 801 puntos de recarga de acceso público. Por otro lado, la gran mayoría de estos que vas a encontrar  responden a proyectos de fabricantes de automóviles.

Conviene comentar que, según el informe un total de 6.475 puntos se encuentran fuera de servicio debido a que se encuentran con distintas trabas administrativas para ponerse en marcha.

5. La única forma de enfriar o calentar el habitáculo es con la climatización. Falso.

Si quieres reducir el uso del aire acondicionado emplea la ventilación de los asientos. Hay estudios que demuestran que ventilando el asiento en verano (o calefactándolo en invierno), se precisan tres grados menos de temperatura para el mismo grado de confort térmico. En todo caso, aprovecha para enfriar (o calentar) el habitáculo cuando está enchufado a la red. Es la única forma de no tirar de la batería.