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Un Tesla Model 3, el último modelo de la marca norteamericana, aunque preparado por Unplugged Performance, ha conseguido batir en el trazado estadounidense de Buttonwillow a un Porsche 911 GT3 RS por más de tres segundos.
Si algo caracteriza a los amantes y seguidores de Tesla es su absoluta fidelidad a la marca creada por Elon Musk y su convencimiento de que el rendimiento de sus coches iguala, y en muchas ocasiones supera, a sus equivalentes con motores de combustión.
En este sentido, la última prueba ha llegado de manos del preparador norteamericana Unplugged Performance, uno de los más reputados del país, que decidió modificar un Tesla Model 3 de cara a intentar participar en la prestigiosa competición de Pikes Peak. Como primera prueba de su rendimiento, decidieron comparar los tiempos por vuelta de su vehículo con un Porsche 911 GT3 RS, y su sorpresa fue que el modelo eléctrico era hasta tres segundos por vuelta más rápido que el deportivo alemán.
Lo cierto es que en la preparación se han invertido más de 35.000 dólares. En ella se ha incluido una carrocería modificada con tomas de aire, una suspensión específica, barras estabilizadoras, frenos delanteros carbocerámicos, un salpicadero en fibra de carbono, asientos baquet o neumáticos Michelin Super Sport de alto rendimiento. Todo ello para intentar mejorar en mucho el rendimiento del modelo más económico de Tesla y convertirlo en un vehículo capaz de rendir en las mejores condiciones en un circuito tan exigente como el de Buttonwillow.
El encargado de llevar a cabo esta prueba ha sido Randy Pobst, un veterano piloto con más de 30 años de experiencia en la subida a Pikes Peak y que será el encargado de llevar a cabo la prueba en su edición de 2021 hasta lo alto de la cima del popular monte norteamericano.
