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Descapotable y de segunda mano, una opción para la primavera

Descapotable y de segunda mano, una opción para la primavera

La llegada del buen tiempo con la primavera supone el momento perfecto para disfrutar de más horas con el coche. La experiencia de descubrir todo tipo de rutas al volante de un descapotable es algo inigualable. En el mercado existen multitud de opciones de segunda mano para disfrutar de esta experiencia.

Al igual que ocurre con cualquier otro tipo de vehículo de segunda mano, una vez localizada la unidad que nos interese es importante dedicar algo de tiempo a la investigación previa a su compra. Si se conoce el número de matrícula de nuestro posible nuevo descapotable, es importante acudir a la DGT para conocer si ese vehículo cuenta con algún tipo de incidencia o carga administrativa -algo que se puede hacer directamente desde la app miDGT-.

También es importante acudir directamente al propietario del vehículo e informarse de primera mano sobre las últimas revisiones mecánicas, su mantenimiento, el estado general o el número de dueños que ha tenido ese vehículo.

Para hacer más sencilla la labor de investigación, hemos seleccionado cinco de los descapotables usados más recomendables que se pueden encontrar en el mercado.

BMW Z3

BMW Z3 descapotable

La marca alemana BMW celebró el pasado año el 25º aniversario del nacimiento de su Z3, un modelo del que consiguió vender cerca de 300.000 unidades, y que es, sin duda, el roadster más exitoso de la historia de la firma germana. Un modelo que saltó a la fama al aparecer junto con James Bond en “Golden Eye”, algo que impulsó especialmente sus ventas en EE.UU.

El diseño de este descapotable fue obra del japonés Joji Nagashima, que también fue el “padre” del diseño del Serie 5 E39 o del Serie 3 E90. ¿Sus secretos? Un morro muy largo junto con una trasera corta, voladizos muy reducidos y una posición al volante muy retrasada, prácticamente sobre el eje posterior.

En su lanzamiento, este modelo contó con dos motores de gasolina de cuatro cilindros y 115 y 143 CV. Más tarde llegaba el famoso seis cilindros de 2.8 litros y 193 CV, y una versión Z3 Roadster M con el motor S50B32 de 3.2 litros y 321 CV. La gama se completó con un motor 1.9 de 117 CV, con un seis cilindros de 2 litros y 150 CV, un seis cilindros de 2.2 litros y 170 CV, y dos versiones más deportivas, de 3.0 litros y 231 CV, y la radical versión M con 325 CV. Todos ellos con aspiración natural y propulsión trasera.

Audi TT Roadster

Audi TT Roadster

Este descapotable de Audi llegó al mercado en el año 1998, inspirado por el prototipo que se presentó en el Salón del Automóvil de Frankfurt solo tres años antes. Ese prototipo causó una gran admiración en visitantes y periodistas internacionales, por lo que la marca de Ingolstadt decidió llevarla a producción.

El TT Roadster destacaba por su imagen exterior, con trazos muy marcados y redondeados, que rompía con todo lo visto anteriormente en el sector, y que anticipaba la llegada, en 1999, de una versión con techo de lona.

Inicialmente, la primera generación se ofreció con dos motores turbo de gasolina de 1.8 litros, que entregaban 150 y 220 CV. Ambas versiones estaban disponibles tanto con tracción delantera como con tracción total Quattro. Más adelante se sumó a la gama una variante más prestacional, con un bloque V6 atmosférico de 3.2 litros y 250 CV, que estaba disponible tanto con cambio manual como automático de seis velocidades.

Mazda MX-5

Mazda MX-5 descapotable

El descapotable de la marca japonesa es, sin duda, una de las grandes referencias de su segmento. Presentado en el Salón de Chicago de 1989, Mazda ha conseguido vender más de un millón de unidades de este modelo en todo el mundo. ¿El motivo? Su concepto como deportivo de precio asequible, descapotable, de tracción trasera, peso ligero y buenas prestaciones dinámicas.

La segunda generación de este modelo, con denominación NB, llegó en el Salón de Tokio de 1997, y aunque no es tan apreciada por los “puristas”, cuenta con una serie de comodidades que hacen de él una versión a tener en cuenta para el día a día. A pesar de dejar de lado los archiconocidos faros escamoteables de la primera versión, este modelo llegaba con la misma plataforma que la primera versión, lo que, para muchos, supuso toda una garantía de éxito.

El descapotable japonés estaba disponible con dos motorizaciones: un 1.6 litros de 115 CV y cambio manual de 5 marchas, y un 1.8 litros de 145 CV con transmisión de seis relaciones. Ya en sus últimos meses de ciclo comercial, este modelo estuvo también disponible con diferencial trasero Torsen.

Porsche Boxter

Porsche Boxster descapotable

Al igual que ocurría con el BMW Z3, este modelo llegó a los 25 años en 2020. Se trataba de un modelo que, originalmente, se concibió para el mercado estadounidense, aunque en el mercado europeo se convertiría pronto en un gran éxito comercial. Y es que este modelo compartía un gran número de piezas con su “hermano mayor”, el Porsche 911 996, con un parecido indudable en su capó, en sus faros o en las aletas delanteras.

Este biplaza con motor trasero inicialmente equipaba un seis cilindros bóxer con 2.5 litros y 204 CV de potencia. En el año 2000 llegaría la versión S, con motor de 3.2 litros y 252 CV. Más tarde llegaría un nuevo restyling que llegaría hasta los 260 CV.

Mercedes-Benz SLK

Mercedes-Benz SLK

El descapotable de Mercedes llegaba al mercado en 1996 como forma de ofrecer un vehículo deportivo, ligero, elegante y compacto. De él se fabricaron más de 300.000 unidades solo de su primera generación. Frente a la tendencia de otros fabricantes, que ofrecían sus descapotables con capota de lona, este modelo llegaba con un techo rígido plegable denominado Vario-Roof, que hacía más fácil su uso durante todo el año.

Inicialmente, el SLK llegaba al mercado con motores de gasolina de cuatro cilindros, atmosféricos y sobrealimentados por compresor, con potencias que partían de los 136 CV. Más adelante llegarían las versiones de seis cilindros, incluida una variante AMG con un 3.2 litros de 354 CV de potencia, que recibiría el nombre de Mercedes SLK 32 AMG.

El deportivo alemán podía estar asociado a cajas manuales de cinco y seis velocidades, y contar con una transmisión automática “Speedtronic” de cinco relaciones. La llegada de un posterior restyling supuso también la introducción del control de estabilidad ESP, que supuso un gran salto adelante en lo que a seguridad y comodidad se refería.

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