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El nuevo plan de movilidad aprobado en Austria contempla que los automóviles eléctricos puedan circular más rápido que el resto de vehículos en las carreteras del país centroeuropeo, cuando se aplique el límite de velocidad reducido en episodios de contaminación.
Esta medida responde al interés del Gobierno austriaco de impulsar la movilidad eléctrica y, para ello, aplicará ciertas ventajas a los vehículos de cero emisiones. Según el nuevo Plan de Movilidad de Austria, los coches eléctricos no contribuyen a la contaminación, por lo que quedarán exentos de cumplir el límite de velocidad reducido en ciertas carreteras durante los episodios de alta contaminación.
Algo más de 400 kilómetros de autovías austriacas está reguladas con un límite de velocidad variable que fluctúa en función de los niveles de contaminación. En condiciones normales, todos los coches pueden circular a un máximo de 130 km/h, mientras que en los días de mayor polución, el límite se rebaja a 100 km/h en estos tramos, denominados IG-L. Con este cambio normativo, solo los vehículos con motor de combustión o híbrido tendrán que cumplir con el límite de 100 km/h, ya que los eléctricos podrán seguir circulando a 130 km/h.
El objetivo del Ejecutivo austriaco es fomentar el uso de los modelos de cero emisiones a través de diversos incentivos. En el futuro, los eléctricos se beneficiarán de otras ventajas, como la posibilidad de circular por el «carril bus», el aparcamiento gratuito en zonas de estacionamiento regulado o las bonificaciones fiscales tanto en la compra como en el uso del vehículo, a través de diversas reducciones de impuestos.
Gracias a estas iniciativas, Austria pretende electrificar su parque de vehículos, ya que, a través del fortalecimiento de la movilidad eléctrica, se alcanzarán los objetivos climáticos propuestos por la UE de cara a 2030 y se cumplirán las medidas establecidas por el Acuerdo de París.
