¿Cómo sacar el mejor partido al vehículo de renting?

Una vez que se contrata un vehículo de renting, es importante conocer todas las indicaciones necesarias sobre su correcto mantenimiento para poder disfrutar plenamente de la conducción. Es cierto que es la compañía de renting la que va a realizar todas las gestiones burocráticas y de mantenimiento del vehículo y que el conductor puede despreocuparse de las mismas, sin embargo, existen una serie de acciones que el conductor tiene que ejecutar para que el mantenimiento sea óptimo y la comunicación entre ambas partes sea fluida.

Por eso, desde ALD Automotive ofrecemos una serie de recomendaciones para prevenir y/o solucionar cualquier incidente, con el fin de servir de guía para que los conductores puedan sacar el mejor partido a su vehículo de renting y cualquier incidencia se resuelva de forma satisfactoria.

El conductor debe tener presente que cada 3.000 km hay que revisar los niveles de aceite y agua del vehículo y vigilar adecuadamente la presión de los neumáticos. En este sentido, es muy importante seguir el plan de mantenimiento establecido por el fabricante. Todas las visitas preventivas tienen que estar programadas con tiempo y, además, el conductor podrá elegir el taller que más le convenga en función del catálogo disponible por la compañía de renting.

En caso de avería en carretera, siempre hay que contar con un teléfono de asistencia para que puedan acudir a repararlo al lugar, siempre que se pueda y, si no es posible, se remolque hasta un taller. En ese caso, con las nuevas tecnologías el conductor estará informado en todo momento del seguimiento y tiempo estimado de la grúa y/o de la asistencia.

En caso de un accidente, el conductor ha de rellenar correctamente el parte de accidentes y remitirlo a la empresa de renting, que se encargará de tramitar el procedimiento oportuno.

Para sacar el máximo partido al vehículo de renting es importante, por tanto, tener una buena comunicación con la compañía con la que se ha llevado a cabo el contrato y conservar la documentación imprescindible del vehículo, como la ficha técnica, el permiso de circulación y la póliza del seguro vigente.