El grupo automovilístico francés PSA acaba de dar a conocer un nuevo protocolo de medición de consumo de combustible que implica unos métodos que arrojan datos cercanos a la realidad. Éste ha sido creado por Transport & Environment, France Nature Environment, Bureau Veritas y el propio Grupo PSA a raíz de las numerosas críticas sobre la veracidad de las últimas homologaciones. Hay que recordar que Peugeot-Citroën ya publicó el pasado mes de julio el consumo real de 28 de sus modelos.
Con esto, lo que la compañía gala pretende es determinar los medios y métodos que han de utilizarse para calcular el consumo mixto de manera fiable. El protocolo se divide en tres fases diferentes: selección y verificación del vehículo, circulación y toma de datos y tratamiento posterior de los resultados de las mediciones obtenidas. Además, las pruebas deben realizarse en vías abiertas a la circulación, con conductores no profesionales y en condiciones reales de conducción; es decir, con equipaje, pasajeros, desniveles del terreno, la climatización activada, etc.
En dicho proceso participan activamente la ONG, que se encarga de la escoger los vehículos y de validar los resultados, y el organismo de certificación, cuya labor es la de garantizar la transparencia de todo lo relacionado con las mediciones. Para todas las tareas se utiliza material específico y, a poder ser, nuevo; asimismo, el kilometraje óptimo recorrido por los coches a evaluar se sitúa entre los 3.000 y los 20.000 km.
Las pruebas incluirán también una toma inicial de datos en la que figurarán las presiones de los neumáticos, diversos pesos -con adultos, niños, ambos, con equipaje, sin él, etc.- o temperaturas, entre otros. El recorrido, por su parte, se realizará en un 24,7% en ciudad, en un 42,9% en carretera y en un 32,4% en autopista, completando de esta forma 92,3 km en total. Ambas marcas incluirán este mismo mes en sus portales web el consumo real de otros 10 modelos e intentarán que antes de que comience el próximo año la lista esté formada por, como mínimo, 50 coches.
En definitiva, se trata de acercar al máximo las pruebas a un uso cotidiano del automóvil. Para terminar, el cálculo de los g/km de CO2 emitidos se obtendrá basándose en los l/100km consumidos en las pruebas.