Cómo le afecta el estrés a tu cerebro

El estrés es una reacción natural que los organismos vivos ponemos en marcha para afrontar situaciones extraordinarias. Pero no estamos hechos para sobrevivir permanentemente bajo esta presión. Cómo le afecta el estrés a tu cerebro.

La ajetreada vida diaria que llevamos hace que vivamos permanentemente con una sensación de necesitar un respiro. El estrés es algo natural, que nuestro cuerpo diseño para sobrevivir a situaciones puntuales, y no lo es tanto convivir permanentemente con él. ¿Sabes cómo le afecta el estrés a tu cerebro?

Seguramente ya lo sabes porque lo has experimentado pero cuando convives con el estrés aumentamos nuestro ritmo cardiaco y respiramos más intensamente. En este estado mejoramos la respuesta muscular y nuestras pupilas se dilatan. Es el estado ideal que nuestros antepasados desarrollaron para cazar. Pero aunque puede ser útil en situaciones de peligro, el estrés crónico puede pasar factura a corto y medio plazo.

Cuando sentimos estrés, el cerebro envía una orden para modificar la función de las glándulas suprarrenales que modulan la respuesta del organismo para enfrentarse al evento estresante a través de dos hormonas: el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas que actúan como neurotransmisores, nos permiten afrontar la situación que nos amenaza pero también inhibe otras funciones del organismo. Por ejemplo el sistema inmunitario reduce su nivel de activación haciéndonos más vulnerables a las enfermedades.

Pero no solo eso. El estrés afecta negativamente al metabolismo relacionándose con enfermedades como la obesidad, el cáncer, trastornos de ánimo y patologías vasculares como infartos e ictus y neurológicas, como el Alzheimer.

Pero, cuando estamos estresados el cerebro se vuelve menos eficaz. Concentra toda su energía en la situación que nos genera el estrés. En un momento puntual, ante una amenaza real, es bueno. Pero según diversos estudios, en general perjudica el rendimiento del cerebro al reducir la atención y la memoria. Estas investigaciones ponen de manifiesto que cuando experimentamos estrés nuestra capacidad para razonar y resolver problemas se empobrece, nos volvemos menos imaginativos y creativos.

¿Y cómo afecta al cerebro? El estrés prolongado afecta negativamente al estado emocional al inhibir la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, lo que puede llevar a la ansiedad y la depresión. Además, el estrés está relacionado con problemas de salud como el sobrepeso, la hipertensión y el riesgo de ictus e infarto cerebral. Estudios también sugieren que el estrés acelera el envejecimiento cerebral y aumenta el riesgo de enfermedades como el Alzheimer.

Contrarrestar el estrés, 5 claves

Llegados a este punto cabe preguntarse cómo contrarrestar el estrés. El estrés vive con nosotros pero tenemos herramientas para poder contrarrestarlo. Son 5 los pilares básicos:

Dormir. El sueño es el antídoto natural frente al estrés. Cuando dormimos se activan en nuestro cerebro mecanismos de reparación neuronal que entre otras cosas se encargan de eliminar las toxinas acumuladas como consecuencia del estrés.

Alimentación saludable. Una dieta adecuada como la mediterránea tendrá efectos beneficiosos sobre nuestro organismo, mejorando nuestro sistema inmunitario, entre otros aspectos.

Ejercicio moderado. Una buena sesión de ejercicio puede contrarrestar los efectos de un día de estrés. Cada vez que activas tu sistema circulatorio segregas endorfinas que te hacen sentir bien, te ayudan a relajarte y a desconectar de los problemas, activando a su vez el sistema inmunológico

Meditación. Una sesión de meditación, yoga o taichí, pueden revertir los efectos del estrés activando una respuesta fisiológica contraria. Practicar meditación previene la oxidación cerebral y los efectos de una sola sesión se mantenían en el organismo durante 2 o 3 días.

Desconexión digital. Las pantallas interfieren en los ritmos de sueño y en la actividad de nuestros neurotrasmisores. Apagarlos en su momento puede aportar muchos beneficios.