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La patronal de fabricantes de vehículos, ANFAC, ha aprovechado la primera edición de su foro “La movilidad del futuro”, que ha contado con la presencia de la Ministra de Industria y de la de Transición Ecológica para presentar su plan de descarbonización y electrificación hasta el año 2030.
Según José Vicente de los Mozos, presidente de ANFAC, “la nueva movilidad debe convertirse en un proyecto-país”, al tiempo que reflexionó acerca de la recuperación de las ventas de automóviles en nuestro país, que, según el directivo, “no se producirá antes de 2023”, ya que en 2021, el mercado crecerá apenas un 8% respecto a 2020, con cerca de 925.000 nuevas matriculaciones.
Durante la celebración del foro sobre movilidad del futuro, José López-Tafall, director general de la patronal, aprovechó para presentar su estrategia basada, de inicio, en la renovación del parque y en un impulso decidido de la electrificación. Así, ANFAC pretende alcanzar los tres millones de turismos electrificados en parque en 2030, con unas ventas anuales que deberían oscilar cerca de los 1,3 millones de vehículos. Según López-Tafall, “aunque la apuesta de las marcas es contundente, es imprescindible avanzar en las infraestructuras de carga, y esto no puede hacerlo también el sector”.
En este sentido, desde ANFAC se aboga por “multiplicar por seis los puntos de recarga de acceso público instalados antes de acabar el año que viene, por más de 15 de cara al cierre de 2025, y por más de 40 para 2030. Esto nos dará un mallado de puntos de recarga de más de 360.000 puntos”.
El director general de la patronal recordó, una vez más, el objetivo de la industria, que pasa por “situar la edad media del parque automovilístico español en 9 años”, para lo que es necesario “que 19 millones de vehículos salgan del parque de aquí a 2030, y su sustitución por 14 millones de vehículos, de los que más de tres millones serán eléctricos y cerca de cuatro millones, híbridos convencionales”.
Para que todo esto sea posible, según López-Tafall, es necesario que se imponga un modelo impositivo “que grave el uso del vehículo y no su matriculación”, un impuesto al uso que “tiene la capacidad de generar unos ingresos estables de 2.700 millones de euros anuales, cuatro veces más que el ingreso por impuesto de matriculación de los últimos años”.
