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Hay modelos que son más baratos de adquirir en suelo británico que en España. Los Honda S2000, BMW M3 E46 Cabrio o Mazda MX-5 NB son claros ejemplos.
Eso sí, tienen el volante a la derecha, lo cual genera ciertas incomodidades a la hora de conducirlos en territorios con el volante a la izquierda -garajes, peajes o ante la visibilidad en carreteras de doble sentido-.
Parte 1: La búsqueda del coche
En el Reino Unido, al igual que en España, hay diferentes portales de Internet para la compraventa de coches usados. Es la mejor manera para “cazar” nuestro objetivo, y entender el idioma de Shakespeare puede ser de buena ayuda para leer las descripciones de los vehículos. La alternativa está en usar traductores online.
Es importante que el coche tenga el documento V5C, equivalente al permiso de circulación español, en vigor. Es básico para poder matricularlo después en España.
Parte 2: Ir a por el coche
Lo primero de todo es contactar con el vendedor por teléfono y acordar una cita. Una vez allí, tras comprobar que el coche se encuentra en el estado esperado, y después de probarlo (es aconsejable), será el momento de formalizar la venta.
Firmar un contrato de compraventa con una copia para cada parte –o factura en el caso de que lo compres en un concesionario–, y rellenar la sección del documento V5C en la que se indica el cambio de propietario, te facilitará la vida una vez quieras rematricularlo en España.
Parte 3: De vuelta a España
Existen dos opciones: en barco o por carretera. Por ejemplo, Brittany Ferries conecta Plymouth con Santander, y Portsmouth con Santander o Bilbao. El precio oscila entre 350 y 500 euros.
Por otro lado, está la alternativa de viajar con el coche por carretera, que es lo más habitual y sale más o menos por el mismo precio entre combustible, peajes, comida y una noche de hotel.
Descansar es conveniente teniendo en cuenta que estamos hablando de un viaje que, de media, ronda los 2.000 km. Recuerda que para hacer el viaje debes asegurar el coche.
Parte 4: Matricularlo en España
Lo primero es solicitar a la marca el COC (Certificado de Conformidad Europeo). Con dicho certificado y documentación original del vehículo, acudir a una ITV para homologar el coche y que la propia estación de ITV expida la ficha técnica.
Necesitas que el contrato de compraventa esté en español, no es posible que lo hagas tú, por lo que tendrás que acudir a un centro de traducciones juradas.
Has de pagar también los impuestos de matriculación, circulación e impuestos de transiciones patrimoniales.
Por último, tendrás que pedir cita en tráfico y rellenar un formulario de solicitud de matriculación. La tasa cuesta 96,80 euros. Finalmente tendrás que adquirir las nuevas placas de matrícula nacional.
