Cualquier conductor conoce la normativa de circulación más básica, cuyo incumplimiento puede llevar a sanciones más o menos severas en función de su gravedad. Sin embargo, existen multitud de acciones en un vehículo que, aunque pueda no parecerlo, también pueden llevar a multas de todo tipo. Estas son las más llamativas.
- No llevar calzado adecuado o conducir sin camiseta
Especialmente en verano y en zonas costeras suele ser habitual observar a conductores ponerse al volante en chanclas o directamente descalzos. De la misma forma, es frecuente encontrar personas conduciendo sin camiseta. Esto puede suponer una multa de hasta 200 euros.
- Hacer sonar el claxon sin justificación
Accionar el claxon cuando un vehículo que nos precede no reinicia la marcha a tiempo en un semáforo es algo que, en algún momento, cualquier conductor ha hecho. Sin embargo, tocar el claxon sin que exista una justificación real –en caso de emergencia, por ejemplo- puede suponer una multa de hasta 80 euros.
- Llevar determinados objetos decorativos en el coche
Si un agente de la autoridad detiene un vehículo y observa que en él hay objetos que puedan resultar peligrosos –un tirachinas, navajas o cuchillos, objetos que puedan desprenderse y producir situaciones de riesgo- puede llegar a sancionar a su dueño con una multa que dependerá del riesgo evaluado.
- Circular por el carril central o el izquierdo
La normativa de circulación obliga a los conductores a circular siempre por el carril de la derecha, excepto en aquellos casos en los que sea necesario adelantar. Así, conducir por el carril central o el izquierdo sin justificación puede suponer una sanción de hasta 200 euros.
- Colocar en el coche un cartel de “Se vende”
Aunque pueda parecer algo inocuo, esta acción, muy habitual en las grandes ciudades, contraviene la legislación actual, al considerar que se utiliza la vía de forma inadecuada –en este caso, como plataforma para publicitar un producto a la venta-. En este caso, la sanción puede llegar a los 200 euros.
- Maquillarse o comer al volante
Toda acción que pueda ser considerada una distracción puede conllevar una multa. Comer al volante o maquillarse, por ejemplo, suponen una falta de atención que puede ser sancionable con hasta 200 euros.