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El SUV de Audi llega para competir con modelos como el Jaguar I-Pace, el Tesla Model X o el Mercedes EQC, que llegará pronto al mercado. Su compleja estructura técnica, unido a su buen comportamiento dinámico, son sus mejores argumentos.
La marca de los cuatro aros ha puesto todo su mecanismo ingenieril a funcionar para crear un sofisticado producto que aúna técnica y tecnología.
El e-tron Quattro cuenta con una batería de 95 kWh de capacidad (está entre las más grandes de las disponibles en la actualidad) y dos motores eléctricos que le proporcionan una potencia conjunta de 265 kW o 360 CV. Su autonomía, según el ciclo WLTP, es de 417 kilómetros.
Por fuera, este SUV no es demasiado llamativo. Acoge la línea de estilo de los todocamino de la marca, y su máxima diferenciación está en la tecnología incorporada en los retrovisores.
No cuenta con espejos, convirtiéndose en el primer coche que acopla una cámara. La imagen que capta se reproduce inmediatamente en dos pantallas interiores. Esto le ofrece una mejor aerodinámica.
En el interior, sucede lo mismo: copia la línea de diseño de sus hermanos más lujosos. Las tres pantallas del salpicadero son sin dudas las grandes protagonistas. La calidad de acabados es muy buena, tal y como se espera de un producto tan premium como este.
Como todos los eléctricos, el e-tron Quattro es muy fácil de conducir. El confort de marcha es muy alto, y se incrementa con el silencio que producen los eléctricos. Cuenta de serie con suspensión neumática, y ofrece una comodidad de marcha excelente.
Se trata de un vehículo pesado: 2.490 kilos. Gracias a su bajo centro de gravedad, apenas se notan balanceos.
El punto de mejora de este Audi es su elevado consumo, que, al ser eléctrico, se traduce en una reducción de la autonomía. Para su recarga, cuenta con una carga rápida del 80% de su batería.
