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Audi y el Grupo Volkswagen han decidido adherirse al Acuerdo de París sobre el Clima, fijando como gran objetivo reducir las emisiones de CO2 de sus vehículos durante todo el ciclo de vida de sus productos en un 30% para el año 2025.
La marca ha apostado, a lo largo de los últimos años, por la electrificación progresiva de su gama. Su primer modelo eléctrico, el Audi e-tron, está disponible en el mercado desde el pasado mes de marzo, mientras que a finales de este año se presentará el e-tron Sportback, al que seguirán las versiones de producción en serie del deportivo e-tron GT Concept, y del Audi Q4 concept.
Como forma de lograr su objetivo de reducción de CO2, la firma de Ingolstadt tiene previsto contar con 30 modelos electrificados en su gama en el año 2025, de los cuales 20 serán vehículos 100% eléctricos. En ese momento, Audi estima que la proporción de ventas de modelos electrificados será de un 40%.
Según Bram Schot, CEO de Audi, “estamos comprometidos con los objetivos climáticos de París y llevaremos a cabo nuestra contribución para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados. Queremos convertirnos en un proveedor premium líder neutral en CO2. Esto incluye claramente la responsabilidad sobre nuestros productos a lo largo de sus ciclos de vida”.
Ya que el proceso de fabricación de los coches eléctricos requiere más energía que en el caso de los equivalentes con motor de combustión, Audi se ha marcado el objetivo a largo plazo de descarbonizar la cadena de suministro. Así, desde 2018, la compañía trabaja junto con sus proveedores en la búsqueda de medidas efectivas en este sentido. Por ello, está centrando su apuesta en el uso de energías regenerativas, el cierre de ciclos para los materiales y la utilización de una mayor proporción de materiales reciclados.
Entre otros detalles, Audi exige a los fabricantes de sus baterías la utilización de electricidad verde, mientras que el bastidor de la batería del Audi e-tron está fabricado en aluminio sostenible. Además, en 2018, Audi se convirtió en el primer fabricante de automóviles en recibir la certificación de la Aluminium Stewardship Initiative (ASI).
