Problemas de visión, 7 claves para conducir sin riesgos

El 90 por ciento de la información nos llega a través de los ojos y el 80 por ciento de los españoles tiene algún problema visual. Te damos las claves para conducir sin riesgo.

Presbicia, miopía, astigmatismo… el 80 por ciento de los españoles tiene algún problema visual y un 30 por ciento más de uno. Para los conductores es el sentido más importante ya que entre el 80 y el 90 por ciento de la información la recibimos a través de los ojos. Si tienes problemas de visión te damos las claves para conducir sin riesgos.

A la hora de conducir tres son los conceptos fundamentales, agudeza visual –definición con que se perciben los objetos-, campo visual – espacio visual que se abarca con la visión al mirar un punto central- y sensibilidad al contraste –capacidad para discriminar el objeto del fondo en el que se encuentra-. Enfermedades (cataratas, glaucoma…) o trastornos en el propio órgano (miopía, cataratas…) disminuirán la capacidad de conducción.

Con corrección, si es necesario. Las personas con algún problema visual deben hacerlo con sus gafas o lentes de contacto correspondientes. Hay que mantener el ojo enfocado para no cometer errores.

Presbicia. Los conductores con presbicia (vista cansada) es recomendable que lleven gafas progresivas para poder enfocar el cuadro de instrumentos y el GPS con nitidez.

Sol y gafas. Las gafas de sol hacen la conducción más confortable en momentos de gran luminosidad.  Son fundamentales para conducir con el sol en contra por ejemplo en el amanecer o el atardecer. Y también para reducir la fatiga.

De noche, menos agudeza visual. Aunque de noche se producen menos accidentes son más graves registrando un mayor porcentaje de víctimas mortales. La agudeza visual se reduce hasta un 70 por ciento, según los expertos, y el sentido de la profundidad es 7 veces menos eficaz. Esta circunstancia está más agudizada en los mayores de 55 años. Además, por la noche sufrimos la denominada miopía nocturna. Evita conducir por la noche si tienes problemas de visión o cuando haya malas condiciones de luminosidad motivadas por ejemplo por fenómenos meteorológicos adversos.

Deslumbramientos. El deslumbramiento es la pérdida de visión de corta duración de 3 o 5 segundos tras la exposición a una luz intensa. Todos lo hemos experimentado alguna vez. En caso de vernos deslumbrados, durante esos segundos que no vemos y recuperamos la visión es recomendable mirar hacia abajo y la derecha siguiendo las líneas de la carretera e ir disminuyendo la velocidad.

Pupila dilatada. Si te dilatan la pupila para explorarte el ojo, no conduzcas hasta que se pase el efecto de la medicación.

Fármacos o alcohol. Algunos fármacos afectan a la visión, algo que se indica en el prospecto. Si este es tu caso, sigue los consejos de tu médico y evita conducir sobre todo por la noche. El alcohol, por su parte, no solo reduce la visión sino también la capacidad de reacción.