ALD Noticias Noticias sobre renting y el automóvil 
Los coches clásicos son peculiares y muy reconocidos por los amantes del motor por multitud de factores. Uno de los detalles que, sin embargo, suele pasar más desapercibido es que muchos de ellos llevan unas X de cinta aislante en sus faros. ¿Es sólo estética o tiene alguna finalidad específica?
Para encontrar respuesta a esta pregunta, es necesario remontarse a la época de la Segunda Guerra Mundial. En ese momento era frecuente que, especialmente en los principales núcleos urbanos afectados, los ventanales de los edificios se hiciesen añicos durante los bombardeos. Para proteger a los habitantes de esas viviendas, se comenzó a utilizar cinta aislante, que había sido inventada apenas unos años antes, en 1930, por Richard Drew en la empresa 3M.
De esta forma, el ventanal se mantenía unido salvo impacto directo, manteniendo su integridad incluso al recibir cualquier onda expansiva, y evitando que los trozos de cristal roto cayesen a la calle produciendo un «efecto metralla».
En el caso de los automóviles, la explicación es realmente parecida. Aunque, en la actualidad, los faros están fabricados en policarbonatos y materiales termoplásticos, durante muchos años los coches clásicos contaban con faros de cristal, bastante propensos a romperse. En el caso de sufrir una pedrada por la propia presencia de gravilla en la vía, el cristal se rompería en varios trozos que, al caer en la carretera, supondrían un grave peligro de sufrir daños en el vehículo propio y en el del resto de usuarios de la vía, pero también un importante riesgo de incendio en los meses veraniegos.
Aunque con estas “X” en los cristales no se garantizaba de ninguna forma que el faro no se rompiese en caso de impacto, sí se facilitaba que la carcasa aguantase de una pieza en esa circunstancia, y en caso de caer al suelo, sería mucho más fácil localizarla.
Otro artículo interesante relacionado con este tema se puede encontrar en planetadelmotor.com
