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El inicio del año 2020 supondrá para Barcelona la tercera fase de la implantación de su zona de bajas emisiones, por la que se prohibirá la circulación a los vehículos que no dispongan de etiquetado medioambiental en los días laborables y durante episodios de alta contaminación.
Tanto Madrid como Barcelona ya forman parte de las ciudades europeas que restringen el tráfico en su almendra central como forma de reducir la contaminación medioambiental, y gracias a la creación de zonas de bajas emisiones. Madrid Central, en el caso de la capital, ya se ha puesto en marcha de forma definitiva, mientras que la ZBE de Barcelona va endureciendo sus restricciones paulatinamente.
La modificación más reciente aplicada en la Ciudad Condal tuvo lugar a finales de 2018, al restringir la circulación de las motocicletas y ciclomotores más antiguos (con más de 15 años) en los días laborables y en episodios de alta contaminación. En el caso de Madrid, se permite la circulación de estas motos de 7 a 22 horas.
A partir del próximo 1 de enero, las restricciones aumentarán en Barcelona, ya que se limitará la circulación de todos los vehículos que no dispongan de etiqueta medioambiental de la DGT de lunes a viernes de 7 a 20 horas, durante los días laborables y durante los episodios de alta contaminación.
La Zona de Bajas Emisiones de Barcelona incluye varios municipios circundantes, además de la propia ciudad de Barcelona, a excepción de la Zona Franca-Industrial y el barrio de Vallvidriera, Tibidabo y Les Planes.
Quedan excluidos de esta restricción los vehículos destinados al transporte de personas con movilidad reducida, los servicios de emergencias y los servicios esenciales (médicos y servicios funerarios).
Esta regulación afectará al 7% del parque móvil de la ciudad condal, es decir, a un total de 50.000 vehículos. Esta medida se ajusta al objetivo de la Unión Europea de reducir un 15% la contaminación en entornos urbanos.
La Generalitat de Cataluña otorga la tarjeta verde metropolitana a aquellos usuarios que desguacen un vehículo sin etiquetado de la DGT, lo que supone transporte público gratuito durante 3 años (que se renuevan anualmente).
