Toyota ha anunciado que invertirá, conjuntamente con las firmas japonesas Denso y Aisin Seiki, 300.000 millones de yenes (2.310 millones de euros) en la creación de una nueva compañía que se especializará en el desarrollo del software para vehículos autónomos.
Esta nueva compañía, que tendrá su sede central en Tokio (Japón), tendrá por nombre Toyota Research Institute-Advanced Development, y contará inicialmente con una plantilla de 300 empleados, aunque su intención es la de superar los 1.000 contratos a corto plazo.
La nueva filial de Toyota estará dirigida por James Kuffner, antiguo ingeniero de Google, que en la actualidad se encarga de la dirección de tecnología del Toyota Research Institute en California (EEUU).
Con esta compañía, Toyota pretende ser capaz de asegurar que el software que incorporarán sus coches autónomos, es lo suficientemente fiable como para incorporarlo a las unidades que vayan a circular en entornos de tráfico real.
De la misma forma, la marca japonesa ha querido reafirmar su compromiso con el vehículo autónomo, afirmando que, su objetivo es poner a la venta sus primeras unidades de conducción desatendida en carretera en 2020, mientras que los primeros coches capaces de circular sin conductor en ciudad deberán llegar al mercado apenas unos años más tarde.