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Elon Musk dejará de ser presidente de Tesla en las próximas semanas, después de verse obligado a pactar con el SEC, órgano regulador de la Bolsa de Wall Street, por un desafortunado ‘tweet’. No obstante, Musk mantendrá el puesto de Consejero Delegado, aunque deberá abonar una importante sanción de 20 millones de euros.
El pasado mes de agosto, Musk publicaba en su cuenta de Twitter la posibilidad de que su compañía dejase su cotización en Wall Street abandonando 420 dólares por acción a sus inversores, lo que supondría una prima de más del 20% respecto a su precio en la actualidad.
En ese momento, Musk publicó una carta dirigida a sus trabajadores en la que exponía las razones de una decisión que, según apuntaba el directivo, no era firme. En ella explicaba que estar expuestos a los cambios que se producen en Wall Street contribuía a distraer a sus trabajadores, ya que todos ellos son accionistas de la empresa. Por tanto, encontrar pérdidas o ganancias en bolsa podía interferir en la consecución de los objetivos de Tesla a medio y largo plazo, algo que, según Musk, podría ser contraproducente.
El servicio regulador de Wall Street, el SEC, decidió entonces tomar cartas en el asunto al identificar una posible confusión, así como una actividad fraudulenta por parte de Musk a sus inversores. Por ello, ha dado un plazo al directivo de origen sudafricano de 45 días para abandonar la presidencia de la compañía, renunciando a su presencia en el consejo de administración durante tres años y a abonar una multa de 20 millones de dólares, que se sumarán a otros 20 aportados por Tesla. Además, la empresa norteamericana deberá elegir a dos nuevos consejeros independientes.
Según Stephanie Avakian, portavoz del SEC, “medidas como esta están especialmente diseñadas para corregir los problemas de conducta, cuyo objetivo es prevenir nuevas disrupciones en el mercado y daños futuros a los accionistas”.
