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SEAT cumple 70 años. Así han evolucionado sus coches urbanos

SEAT cumple 70 años. Así han evolucionado sus coches urbanos

Gran parte de la automoción española sería inconcebible sin la existencia de SEAT. La marca española cumple 70 años, momento ideal para repasar cuál ha sido la evolución de sus coches urbanos.

La historia de la marca con sede en Martorell parte de un 9 de mayo de 1950, momento en el que se constituye la Sociedad Española de Automóviles de Turismo. Tres años más tarde, el 5 de junio de 1953, se daban por inauguradas las instalaciones de la Zona Franca de Barcelona, donde pronto comenzaría la fabricación de sus primeros vehículos.

SEAT 600, el nacimiento de un mito

SEAT 600

Pequeño y muy fácil de conducir. El 600 fue, sin duda, toda una revolución para la sociedad española, que vio en él una forma de poder viajar toda la familia a unas segundas residencias que, hasta el momento, no habían sido accesibles para la clase media.

La expectación creada por este modelo superó, con creces, las previsiones de la marca, que ya incluso antes de comenzar su fabricación en 1957, existía una lista de espera que superaba los dos años. A los cinco de su puesta en circulación ya se habían fabricado más de 100.000 unidades de su primera generación, denominada 600 N.

En 1963 llegaba una nueva generación denominada 600 D, que conllevó también la ampliación de la planta de la Zona Franca para duplicar su capacidad de producción. Su potencia también crecía, aumentando de 633 a 767 cm3, y de 18 a 25 CV. Su sucesor, el 600 L especial sería el último en llegar antes del fin definitivo de su producción, y después de más de 800.000 unidades matriculadas.

SEAT 133, el primero fabricado en exclusiva

SEAT 133

1973 fue un año recordado, especialmente, por la crisis del petróleo. En este entorno socioeconómico, SEAT vio la oportunidad de continuar asentándose apostando por la movilidad más urbana. Entonces ya contaba con el 127, un modelo con tracción delantera, pero había por debajo de ese segmento el gran hueco que había dejado el 600, y que pudiese mantener ese espíritu económico y accesible. Entonces nacía el 133, que llegaba al mercado en 1974.

El SEAT 133 fue el primer modelo creado íntegramente por la marca española, y contaba con una estética claramente basada en el 127, con la disposición del motor y propulsión trasera del 600, aunque con más espacio y capacidad de carga que el 850.

La seguridad fue la gran apuesta de la marca en este modelo, ya que incorporaba un novedoso sistema de frenos con doble circuito, uno por eje. Ya contaba, además, con una columna de dirección articulada, que evitaba la intrusión en caso de choque frontal, y en los extremos de la carrocería tenía estructuras de deformación progresiva.

El 133 fue todo un éxito comercial. Tanto que llegó a fabricarse también en Argentina y Egipto a partir de 1977. Pero muy poco después de esa fecha, la marca española ya preparaba su sucesor, otro gran éxito.

SEAT Panda, una nueva revolución

SEAT Panda

En 1980, SEAT recurría al preparador italiano Giugiaro para un nuevo modelo que sucediera al exitoso 133. El italiano recurrió a un diseño sencillo e inteligente, en el que el motor pasaba a la parte delantera, pero la rueda de repuesto también seguía en su posición habitual bajo el capó. Este modelo estaba disponible con dos cilindradas, correspondientes a los motores del SEAT 133 y 127 (843 y 903 cm3 respectivamente).

La suspensión trasera seguía siendo de ballestas, pero pasaba a tener dos colocadas longitudinalmente. Todo ello hacía que su maletero creciese hasta los 272 litros, una capacidad impensable para un modelo tan pequeño como lo había sido el 133. Su suspensión, así, hacía que este modelo fuese perfecto para moverse por caminos rurales, o con mucha carga, sin miedo a los baches.

A pesar de que se vendieron 463.000 unidades, el Panda vio el final de su producción seis años después de su puesta a la venta, aunque para dar paso a otro modelo llamado a poblar las calles españolas durante años.

Marbella, el triunfo de la sencillez

SEAT Marbella

A veces, menos es más. Probablemente eso es lo que debieron pensar los diseñadores de la marca de Martorell al plantearse el diseño del Marbella, un modelo que nació bajo el paraguas del emblema “Panda”, pero que pronto ganó protagonismo por sí solo. Este modelo se caracterizaba por su sencillez, aunque incorporaba detalles como los asientos tapizados en terciopelo, faros antiniebla, caja de cambios de cinco velocidades o un cuentarrevoluciones digital.

Su evolución, ya bajo la denominación Marbella fue fruto del trabajo del entonces responsable del Centro Técnico de Martorell, Josep María Martínez Serra, que optó por una imagen más juvenil y novedosa. Entre otros detalles, este nuevo modelo contaba con un sistema electrónico para la carburación que permitía que se pudiera emplear un catalizador para limpiar los gases de escape.

El Marbella se mantuvo en producción hasta el 7 de abril de 1998, con unas cifras de ventas más que aceptables: cerca de 600.000 unidades. Con él, además, dejaban de producirse vehículos en Zona Franca, hoy encargada de la estampación de piezas de carrocerías.

Arosa, urbano y diésel

Aunque convivió durante un año con el Marbella, el Arosa acabó siendo la solución urbana de SEAT. Un modelo que, además, pasó a la historia por ser el primer modelo de la marca fabricado fuera de España, ya que compartió línea de producción con el Volkswagen Lupo en Alemania, aunque ya a mediados de 1998, la producción se trasladó a Martorell.

Además de dos motores de gasolina (1.0 de 50 CV y un 1.4 de 60 CV), el Arosa empezó a ofrecer en la gama urbana de SEAT los primeros motores diésel, con un 1.4 TDI de 75 CV. Como anécdota, se llegaron a construir varios prototipos de una variante que contaba con un motor 1.2 TDI denominado 3L que homologaba un sorprendente 2,99 l/100 km, algo impensable en la época.

En 2004 llegaba el final de su vida comercial con cerca de 200.000 unidades fabricadas, lo que supuso un parón de cerca de 7 años en la creación de modelos para el segmento urbano.

Mii Electric, la opción asequible

En 2011 llegaba al mercado el Mii, que suponía la reentrada de la marca española en el segmento más urbano. Un modelo que ha evolucionado en la actualidad para responder a la necesidad de una movilidad más eficiente y limpia, con la incorporación de un motor eléctrico.

El nuevo Mii eléctrico destaca especialmente por su amplitud interior, que permite que cuatro pasajeros viajen cómodamente, con un precio no más elevado que el de su predecesor con motor de combustión. Todo ello, con una autonomía homologada de 260 km (358 km en la parte urbana de WLTP) y la posibilidad de cargar el 80% de su batería en apenas una hora utilizando un cargador rápido a 40 kW.

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