¿Sabías cuál era la velocidad máxima de los primeros coches?

Velocidad y automóvil son dos conceptos que parecen ir irremediablemente unidos en todo momento. Pero hubo un momento de la historia en el que un hombre a pie, al emprender una carrera, era capaz de ir más deprisa que cualquier vehículo.

Los primeros automóviles de la historia no eran precisamente rápidos. Tanto es así que los coches de finales del siglo XVIII sólo podían alcanzar la vertiginosa, entonces, velocidad de 11 km/h. La policía de Nueva York, que en aquella época patrullaba en bicicleta, podía detener a los conductores que circulaban por encima del límite establecido sin llevar a cabo un gran esfuerzo.

Jacob German, un conductor de 26 años de origen alemán, cuenta con el dudoso honor de ser el primero en haber recibido una multa por exceso de velocidad, el 21 de mayo de 1899, al haber sido sorprendido a una velocidad de 18 km/h, superando los 13 km/h de máxima establecida.

German trabajaba como chófer para la Compañía de Vehículos Eléctricos, un servicio de taxis fundado por el empresario neoyorkino William C. Whitney. Entonces, un policía en bicicleta observó la “vertiginosa” velocidad a la que circulaba el piloto, por lo que emprendió una persecución que le llevó incluso a detener a German y acusarle de “imprudencia temeraria”. Habría que esperar, sin embargo, hasta el año 1904 para la aparición de la primera multa impresa en papel, para un ciudadano de Dayton (Ohio), en 1904.