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Como fruto de la nueva estrategia de responsabilidad social y medioambiental del Grupo Renault, todos sus vehículos, no solo de Renault sino también de Dacia, tendrán limitada su velocidad máxima a 180 km/h.
Según Luca de Meo, CEO del grupo, “la velocidad representa más de un tercio de las causas de accidentes mortales. Por eso, la velocidad máxima estará limitada, en función del vehículo, y no superará los 180 km/h, sea cual sea el modelo de Renault o Dacia”. Una medida que sigue la senda estrenada por Volvo el pasado año, y que tiene como principal objetivo reducir la tasa de accidentes y aumentar la seguridad en toda su gama de vehículos.
Además, el Grupo Renault pretende dotar a todos sus modelos de un “código de salvamento”, que se extenderá por toda la gama de vehículos a la venta en Europa en 2022. Se trata de un sistema que permitirá a los servicios de emergencia conocer con precisión la estructura del vehículo en caso de accidente, y que facilitará a los bomberos el acceso seguro a la batería del automóvil.
Luca de Meo también anunció que la nueva generación del Mégane, que se presentará durante el próximo año, será el primer modelo en hacer uso del nuevo limitador de velocidad, y estará dotado de un control de crucero adaptativo capaz de ajustar la velocidad del coche en función de la señalización y de determinados marcadores de geolocalización. Este nuevo sistema, que se ha denominado “Safety Coach”, tendrá también en cuenta otros factores como las curvas, el clima o la atención del conductor.
Los futuros lanzamientos de Renault y Dacia incluirán, además, un sistema de puntuación que analizará los hábitos de conducción de sus usuarios. Los conductores podrán, también, estar informados en tiempo real de los posibles riesgos que presenten las vías por las que circulen. Esta tecnología de seguridad, que llegará a los vehículos de todas las marcas del grupo en un futuro próximo, indicará los puntos que estadísticamente están más expuestos a accidentes.
