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Pruebas WLTP

¿Cómo es el nuevo protocolo de emisiones WLTP?

La Unión Europea se muestra cada vez más preocupada por lograr una producción de automóviles más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Por este motivo, en septiembre entra en vigor unas nuevas pruebas de homologación de emisiones a las que se someten los vehículos nuevos, bajo el nombre de WLTP (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedures).

Se trata de unos test más exigentes y estrictos para los fabricantes, que buscan ofrecer unos datos más cercanos a la realidad, y que sustituyen a los NEDC (New European Driving Cycle) que se llevaban a cabo hasta el momento, y que se diseñaron en los años 80. Aunque los nuevos test WLTP continúan llevándose a cabo en laboratorio, las condiciones en las que se llevan a cabo permiten obtener unos resultados más acordes con la realidad al simularse entornos y modos de conducir más próximos a los que se llevan a cabo en el día a día.

Todas las condiciones de puesta a punto del vehículo y de los ensayos están estandarizadas  y definidas por la legislación vigente en la Unión Europea. Así, las pruebas de homologación WLTP se dividen en cuatro tramos distintos que se organizan según sus velocidades medias: baja, media, alta y muy alta. Cada parte contiene distintos elementos que se presentan en el día a día al conducir un vehículo: paradas, aceleración y frenado.

¿Qué cambia en los nuevos test?

Pruebas WLTP

El primero de los cambios que afectan a la homologación WLTP pasa por el modo de conducción con el que se llevan a cabo las pruebas. Si en el ciclo NEDC se utilizaba un único modo de conducción durante todo el test, como si se condujese siempre de la misma forma, en la nueva homologación se pretende emular situaciones reales al volante. Además, cada ciclo que se mide pasa de 20 a 30 minutos de duración, y de 11 a 23,25 km de distancia.

También cambian las situaciones de conducción. El ciclo NEDC simulaba un ciclo urbano y uno extraurbano, que tenían un peso del 66 y 34% respectivamente, mientras que en el nuevo WLTP se introducen cuatro ciclos dinámicos distintos dentro de los ciclos urbanos y extraurbanos, con un peso del 52% y 48% respectivamente.

La velocidad media con la que se llevan a cabo los test pasa de 34 km/h a 46,5 km/h, mientras que la máxima pasa de 120 km/h a 131 km/h. También se modifica la temperatura en la que se llevan a cabo los test. Si en las pruebas NEDC se realizaban a una temperatura de entre 20 y 30º, a partir de ahora siempre se llevarán a cabo a una temperatura fija de 23º.

En las pruebas NEDC no se tenía en cuenta cómo influían los equipamientos opcionales del vehículo en su eficiencia, solo el tamaño de los neumáticos, el tipo de transmisión y el número de plazas. En los nuevos test, cada versión cuenta con sus resultados específicos en función de su equipamiento, por lo que contarán con cifras de consumo y emisiones distintas.

Una nueva prueba, Emisiones en Conducción Real (RDE)

Además de las pruebas de homologación WLTP, la Unión Europea también pretende que los fabricantes lleven a cabo unas pruebas, denominadas Real Driving Emissions (RDE o Emisiones en Conducción Real), que midan las emisiones contaminantes en un test llevado a cabo en carreteras reales, abiertas a la circulación. De esta forma, las marcas deben probar sus vehículos en diferentes tipos de carretera (autopistas, carreteras de montaña, entornos urbanos, etc.) y bajo distintas condiciones de temperatura y carga.

Aunque algunos fabricantes ya han comenzado a informar de los resultados RDE, no será obligatorio hacerlo hasta enero de 2019.

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