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Nueve de cada diez sillas infantiles segunda mano suspenderían los test de choque con los que se homologaron.
Las sillas infantiles son un elemento de seguridad realmente caro, que puede llegar a superar los 500 euros. Sin embargo, reducen la posibilidad de que un niño sufra lesiones en un 90% y, hasta en un en un 75%, posibilidades de que fallezca.
Por eso queremos darte dos consejos si vas a comprar una silla infantil. El primero sería que no ahorres: compra siempre la mejor silla de bebé para el coche que te permita tu presupuesto. Y, el segundo, que trates de evitar las sillitas infantiles de segunda mano a toda costa.
Y es que, en estos tiempos de incertidumbre económica, comprar una silla infantil un 90% más barato de lo que costaba nueva, puede parecer una ganga. Sin embargo, la Asociación Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVI) señala que es un error.
¿Qué es AESVI y por qué las sillas usadas no son recomendables?
AESVI es una asociación compuesta por fabricantes de sillitas, la DGT y clubes automovilistas, entre otros. Y su principal argumento para descartar las sillas infantiles usadas es que resulta imposible saber si han sufrido algún accidente y, sobre todo, si reaccionarán adecuadamente para proteger la vida de tu hijo.
Y para demostrarlo AESVI sometió a un crash test a 10 sillas infantiles usadas, adquiridas por Internet, de los grupos 0, 0+ y 1 (para niños de hasta 105 cm de alto). ¿El resultado? Las pruebas realizadas en el laboratorio de IDIADA lo dejan claro. Hoy, tan solo una de esas 10 sillitas sería hoy capaz de ofrecer una seguridad similar a cuando fue comprada.
Ante estos resultados la mencionada asociación ha solicitado la prohibición de la «compraventa de sistemas de retención infantil de segunda mano (…) ya que confiar en un sistema de retención infantil cuyas funciones elementales puedan verse reducidas alarmantemente (…) supone un peligro para la seguridad vial infantil«.
