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La proliferación de políticas de movilidad sostenibles en las que cada vez dejan menos espacio al vehículo privado ha propiciado el crecimiento en la actualidad es la creación de parkings disuasorios. Su objetivo es claro, tratar de que los coches no se adentren a las áreas centrales
El Ayuntamiento de Madrid define a los parkings disuasorios como bolsas de estacionamiento situadas a la entrada de las ciudades, junto a las principales vías de acceso por carretera, cuyo uso comporta un bajo coste para el usuario y que están conectados al centro urbano a través de diferentes modos de transporte.
Un parking disuasorio debe estar localizado cerca de la ciudad, y tiene que resultar útil para el usuario. Es por esto que, tanto su localización como sus servicios anexos son fundamentales.
Parece fundamental que tengan como opción la conexión con otro medio de transporte, por ejemplo, el autobús o el metro. Además, es necesario que se encuentren en zonas relativamente cercanas al centro de la ciudad, y que se pueda acceder a ellas usando vías rápidas y de gran afluencia.
En Madrid se pueden encontrar distintos ejemplos de parking disuasorios. Los que tienen más plazas disponibles son los de Moncloa-Ciudad Universitaria, el del Estadio Wanda Metropolitano y el que se localiza en la Avenida de Portugal.
Cinco puntos fundamentales de un buen parking disuasorio
Un parking disuasorio debe tener unas características concretas para ser realmente útil en una gran ciudad.
1. Plazas para personas con movilidad reducida
Las personas con movilidad reducida han de contar con plazas reservadas. Deben tener una colocación privilegiada, cerca de las puertas peatonales, que han de contar con rampas o ascensores.
2. Precio bajo o nulo
Un parking disuasorio busca que sus usuarios lo utilicen como punto intermedio en su trayecto. El precio ha de ser, o bien nulo, si el parking es de titularidad municipal, o a un coste muy bajo. Un precio alto eliminaría la efectividad potencial del lugar.
3. Conexión con otros tipos de transporte
La conexión con la red de transporte público de la ciudad ha de estar asegurada en la zona del parking. La existencia de paradas de autobús urbano e interurbano, metro, o las estaciones de bicicletas municipales es necesaria para completar la oferta de multimodalidad en el transporte.
4. Plazas suficientes
Si el parking es muy pequeño, se llenará muy pronto y no surgirá efecto notorio para con el tráfico. Un parking disuasorio de una ciudad como Madrid o Barcelona ha de tener espacio suficiente para albergar gran cantidad de vehículos estacionados.
5. Buena accesibilidad
El parking disuasorio debe localizarse en una zona periférica de la ciudad y contar con buenos accesos desde las vías de alta intensidad de tráfico. Es recomendable que se pueda acceder de manera fácil desde las autovías y autopistas que acceden a la urbe.
