Opel Grandland X: Carácter dinámico y deportivo

Francisco 19 enero, 2018 Coches, Novedades

Al anunciarse la compra de Opel por parte del grupo PSA -Citroën, Peugeot y DS-, se abría un nuevo panorama para la marca de Russelheim. La posibilidad de crear sinergias con sus ya hermanas firmas francesas suponía el banderazo de salida al desarrollo de nuevos modelos aprovechando tecnologías, materiales y chasis comunes, algo que ya se puso de relieve con el lanzamiento del Crossland X.
Ahora es el turno del Grandland X, un modelo llamado a competir con modelos como el Peugeot 3008, con el que comparte la plataforma EMP2 –que también se usa en el Citroën C4 Picasso y en el Peugeot 308– y espíritu, y que se sitúa entre el pequeño Mokka X y el ya citado Crossland X.
El nuevo SUV compacto de Opel mide 4,47 metros de largo –dos centímetros más que su “hermano” el Peugeot 3008–, y destaca por su diseño atrevido aunque cuidado, que evoca desde el primer vistazo grandes dosis de dinamismo y deportividad. En su parte delantera aparece una parrilla de gran tamaño, con el logo de Opel en un buen tamaño como protagonista. Alrededor de él fluyen detalles cromados en forma de ala que se dirigen hacia unos faros LED que llaman la atención por su pequeño tamaño, con la ya característica forma de doble ala o ceja.

El capó, por su parte, mantiene el habitual pliegue en la zona central, que aparecen en los modelos más modernos de la firma alemana. En su vista lateral, el Grandland X denota su espíritu todocamino, gracias a unos pasos de rueda ensanchados, con un revestimiento plástico que invita a salir de la carretera. En su parte posterior es destacable la protección inferior cromada con tubos de escape integrados a izquierda y derecha que, junto con la iluminación LED, reafirma el carácter dinámico y musculoso de este nuevo modelo.

El interior del Opel Grandland X: cómodo y acogedor

Una vez superado el umbral de las puertas, el interior destaca especialmente por su orientación hacia el usuario. Aunque su diseño resulta más sobrio o convencional que el de su “hermano “, el Peugeot 3008, la sensación que transmite es de practicidad y ergonomía, al disponer de más huecos portaobjetos, y al contar con unos mandos colocados de una forma más cómoda para el conductor.
En un primer vistazo, el cuadro de instrumentos llama la atención al ser analógico –en el caso del 3008, es posible elegir uno completamente digital–. mientras que la pantalla táctil presente en la consola central es de 7” –aunque es posible elegir una de 8” de forma opcional–. En el caso del acabado Ultimate, tope de gama, la pantalla de serie es la más grande de 8”.

El Grandland X es el SUV más grande de Opel y viene a ocupar el hueco del Antara

La dotación tecnológica cobra una gran importancia. Cuenta con un sistema de control de crucero adaptativo, alerta de somnolencia del conductor o un asistente avanzado de aparcamiento. También incorpora sistema multimedia IntelliLink, además del, ya habitual, servicio OnStar, que ahora ofrece la posibilidad de reservar habitaciones de hotel o búsqueda de aparcamiento. Además, el Grandland X permite elegir entre cinco modos de conducción e incluye control electrónico Grip Control, que garantiza la tracción en situaciones de baja adherencia.
Respecto a su oferta mecánica, el nuevo SUV de la marca de Russelheim no cuenta con demasiadas alternativas, ya que contará únicamente con una opción en gasolina, de 1,2 litros y 130 CV, y un diésel 1.6 CDTi de 120 CV, en ambos casos con tracción al eje delantero –no cuenta con variantes 4×4–. Entre ambas versiones, el consumo oscila en apenas 1 litro, ya que la versión impulsada por gasolina homologa 5,1 l/100 km, mientras que la que utiliza diésel reduce este consumo hasta los 4 l/100 km.