ALD Noticias Noticias sobre renting y el automóvil 
España ha dado este domingo un nuevo paso hacia la reducción del impacto medioambiental. Con la llegada del mes de septiembre, entró en vigor una norma inédita en el mundo: la Real Driving Emissions (RDE), que mide las emisiones de óxidos de nitrógeno de los vehículos. Es la primera que busca cuantificar y controlar la cantidad de nitrógeno en carretera, es decir, en condiciones normales de conducción.
Esta nueva normativa complementa el ciclo de homologación WLTP (Procedimiento Mundial Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros), que está vigente desde el año pasado por esta época, una prueba que mide las emisiones en laboratorio y determina las cifras de consumo de combustible de cada coche.
¿Qué coches se verán afectados por la normativa RDE?
A partir de ahora las pruebas serán obligatorias para todos los vehículos de nueva matriculación. Además, los coches que se hayan homologado antes del 1 de septiembre de 2017 y quieran seguir matriculándose, tendrán también que pasar este examen.
¿Cómo se aplica?
El nuevo test de emisiones es una serie de pruebas que se realiza en vías urbanas, interurbanas, autopistas y en diferentes condiciones ambientales tales como altitud y temperatura.
Una peculiaridad de la normativa RDE es que estos exámenes no solo se harán al principio, sino que se podrán realizar a lo largo de la vida útil del coche, por lo que los fabricantes deberán prestar especial atención en intentar mantener bajos los niveles a lo largo de los años.
Reducción de las emisiones, un trabajo continuo
El sector de la automoción asegura que, pese a que esta nueva normativa acaba de entrar en vigor, la reducción de las emisiones de los coches es una labor que se viene haciendo desde hace tiempo y en la que se han invertido más de 50.000 millones de euros.
Sin embargo, las cifras que entrega la Agencia Europea de Medio Ambiente revelan que, en el último año, las emisiones de los coches nuevos repuntaron en Europa.
Con la aplicación de estos nuevos test, se obtendrán cifras de consumo y emisiones más realistas no solo al momento de adquirir un coche nuevo, sino también del vehículo que ya poseemos, con lo cual las marcas se verán en la obligación de realizar controles más exhaustivos que permitirán tener entornos más limpios y respetuosos con el medio ambiente.
