En verano, con el aumento de los viajes, es más posible que muchos conductores sean ‘cazados’ realizando alguna infracción al volante. Estas son las multas más habituales en la España estival.
Multas por no respetar los límites de velocidad
Parece una obviedad, pero según diversos estudios, cerca del 40% de los españoles no cumple con los límites de velocidad. Conviene recordar los límites generales según el tipo de vía: 30 o 50 km/h por carreteras urbanas, 90 km/h por interurbanas y 120 km/h por autovías.
Circular a más velocidad de la permitida se sanciona con multa económica y pérdida de puntos, dependiendo del exceso. En caso de sobrepasar el límite en más de 60 km/h en vía urbana o 80 km/h en vía interurbana, se incurriría en delito, castigado con penas de prisión y retirada del carnet.
Multas por conducir tras haber bebido alcohol o tomado drogas
Otra obviedad, pero más habitual en las carreteras españolas de lo que les gustaría a las autoridades. Las reuniones sociales, viajes, cenas y fiestas hacen que aumente la ingesta de alcohol en personas que no dudan en ponerse al volante ebrias. En España, la tasa legal se sitúa en 0,25 ml de alcohol en aire. Esta cifra se reduce a 0,15 para los conductores profesionales y aquellos con menos de dos años de carnet. Las multas por superar esta tasa parten de los 500 euros y la retirada de 4 puntos.
Usar del teléfono móvil al volante
Circular con el móvil en la mano, aunque no se esté haciendo uso de él, sale ahora más caro. Tras las modificaciones introducidas por la DGT este mismo año, la sanción ha escalado hasta la retirada de 6 puntos del carnet, con una multa de 200 euros.
No llevar puesto el cinturón de seguridad
Esta otra infracción también tiene una mayor sanción desde la reforma de marzo. Ahora, no hacer uso del sistema de retención implica la pérdida de 4 puntos y una multa de 200 euros. En caso de que sea un menor quien no lleva puesto el cinturón, la responsabilidad recaerá sobre el conductor.
Conducir en chanclas o sin camiseta
Otras infracciones comunes en la temporada veraniega son, por ejemplo, conducir con chanclas o sin camiseta. Aunque no es algo que esté estrictamente prohibido, si un agente considera que dificulta la conducción, puede ser objeto de sanción. La multa podría alcanzar los 200 euros.