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A lo largo de los últimos años, todas las marcas automovilísticas han aumentado su apuesta por los vehículos más limpios y ecológicos. Eléctricos, híbridos, híbridos enchufables o propulsados por gas. Pero hay otra opción, menos conocida aunque más eficiente: la pila de hidrógeno. ¿Qué es y cómo funciona?
La pila de hidrógeno se caracteriza, principalmente, por el proceso por el que se convierte una fuente energética, en este caso el hidrógeno, en electricidad, que se acumula en una batería, y que se utiliza para mover un motor eléctrico. ¿Cuál es la ventaja de este proceso? Principalmente, su alta eficiencia y el hecho de que, como resultado, solo se obtienen electricidad y agua, sin ningún tipo de contaminante.
Las pilas de combustible están formadas por un cátodo y un ánodo, separados por una membrana central. Cuando el hidrógeno llega a la membrana comienza la reacción química, por la que este elemento se divide en electrones cargados negativamente, y en iones de hidrógeno con carga positiva.
Al desplazarse por la membrana tanto los iones como los electrones generan corriente eléctrica, que se acumula en el conjunto de baterías del vehículo. Por su parte, los iones de hidrógeno, al combinarse con el oxígeno, forman agua, que se expulsa por el tubo de escape.
En la actualidad, la pila de hidrógeno ofrece una alta eficiencia energética, esto es, que son capaces de generar cerca de 2 kilowatios por cada litro o kilo de hidrógeno. Esto se consigue gracias a la conexión en serie de hasta 200 células simples, que transforman variaciones de presión en variaciones de intensidad de corriente, consiguiendo así que la potencia llegue al motor eléctrico.
A pesar de esta eficiencia, la oferta de vehículos que emplean esta tecnología continúa siendo muy escasa. Tan sólo existen tres en la actualidad: el Toyota Mirai, el Hyundai ix35 Fuel Cell y el Honda Clarity –el precio del Toyota Mira, por ejemplo, parte de los 62.500 dólares en EEUU.
Uno de los problemas para su extensión es la ausencia de puntos de recarga –en Europa sólo existen 106 puntos, de los cuales 22 están en Alemania y 11 en Dinamarca-. Para intentar solventar esta escasez, Honda ha llegado recientemente a un acuerdo con la firma energética ITM Power para la compra del hidrógeno, la cual, podrán utilizar los clientes que adquieran mediante leasing su modelo Clarity. ¿Su precio? Cada kilo de hidrógeno costará 10.9 euros. Teniendo en cuenta que el modelo japonés puede almacenar hasta 5,46 kilos de hidrógeno, un repostaje completo costará 59,8 euros, con los que se podrán circular 589 kilómetros aproximadamente.
