Por qué la crisis de los microchips dificulta la fabricación de coches nuevos

Los microchips son imprescindibles para fabricar cualquier producto tecnológico y los vehículos no son una excepción. De ahí que la crisis de los semiconductores esté dificultando seriamente la fabricación de automóviles. 

Retrasos en las entregas de coches nuevos, fábricas que cierran temporalmente, dificultades en las reparaciones… La crisis de los microchips está golpeando seriamente al mundo del motor. Y es que, los automóviles cuentan con centenares de semiconductores, sin los que el motor, las ayudas a la conducción o los sistemas multimedia no funcionan. 

Prueba de esta crisis es el drástico descenso que ha sufrido la producción de vehículos en 2021. Hasta agosto, la fabricación se ha reducido un 25,3% en comparación con el mismo periodo de 2019, último año con datos antes de la pandemia.

Uno de los puntos críticos ha sido el descenso de la producción durante los meses de julio y agosto. Es cierto que en el periodo estival, las vacaciones hacen que la producción sea algo más baja que el resto de meses del año. Sin embargo, en esta ocasión, la falta de semiconductores ha sido el principal condicionante para el descenso. 

¿Cuándo se solucionará la crisis de los microchips?

Tal vez el dato que mejor resume el desabastecimiento es que, en los últimos cuatro meses, el crecimiento respecto al mismo periodo 2020 se ha reducido un 28%. Ante esta situación, según informan desde ANFAC, las fábricas españolas se han visto obligadas a reajustar sus turnos de producción, en función de los microchips disponibles. 

“El desabastecimiento de los microchips en todo el mundo está provocando un fuerte efecto en cadena que afecta gravemente a la producción y al abastecimiento de nuevos vehículos”, comenta José López-Tafall, director general de ANFAC.

¿Cuándo terminará esta situación? En principio, parece que el ritmo de fabricación de estos componentes no se ajustará, al menos, hasta finales del primer semestre de 2022.