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Los principales retos del vehículo autónomo en los próximos años

El camino recorrido por el vehículo autónomo no es suficiente todavía y aún queda mucho trayecto por delante para lograr su verdadero desarrollo.

El coche autónomo sigue su camino para convertirse en una realidad tangible para muchos conductores. Desde hace ya algunos años, la automatización del vehículo es uno de los grandes objetivos a alcanzar por parte del sector de la movilidad y la automoción. Sin embargo, el camino recorrido no es suficiente todavía y aún queda mucho trayecto por delante. ¿Cuáles son las barreras por superar del vehículo autónomo a día de hoy?

Cuando se escuchó hablar por primera vez del vehículo autónomo, parecía que su llegada a las ciudades iba a ser más rápida y fácil de lo que está siendo. La realidad dice que su desarrollo no solo depende de la tecnología sino también de otros factores que actúan como barrera para su expansión en las carreteras como la seguridad, el factor humano y los aspectos legales y económicos.

Desde que surgió la idea de alcanzar un coche con cada vez más autonomía, han sido muchas las empresas que han realizado inversiones con el objetivo de posicionarse en un nuevo mercado. Y no solo empresas automovilísticas han tenido cabida en este nuevo negocio, sino también gigantes tecnológicos como Google; de hecho, Wyamo, empresa de Google, ha anunciado que construirá la primera planta del mundo dedicada a la fabricación masiva de coches autónomos.

Desde compañías de renting como ALD Automotive también trabajamos para desarrollar toda la tecnología posible en el sector de la movilidad y automoción. Nuestro objetivo es ofrecer a los clientes los productos más innovadores y con las últimas tecnologías del mercado. Por eso, tenemos herramientas tecnológicas como el ProFleet o el ALD CarSharing.

Para lograr avanzar en un mercado que exige el desarrollo de importantes softwares y de un gran número de tecnología, las empresas automovilísticas han llegado, a su vez, a importantes acuerdos de colaboración. Se han construido, por tanto, sinergias como las de Ford y Volkswagen; General Motors y Honda; BMW y Daimler…

Estados Unidos, toma ventaja respecto a Europa

En un mercado con tanta competencia, al estar en auge, las normativas para desarrollar una serie de actividades resultan fundamentales. Y es este aspecto el que le está dando cierta ventaja a Estados Unidos respecto a la Unión Europea. El país norteamericano cuenta con una normativa más flexible en cuanto al vehículo autónomo, lo que le permite alcanzar más pruebas permitidas y tener más ensayos de distinta índole.

Sin embargo, la Unión Europea prevé un desarrollo paulatino que irá aumentando su autonomía de forma gradual. Su objetivo es que en 2025, los beneficios para la industria europea del automóvil asciendan a 620.000 millones de euros, gracias a la conducción autónoma. Por el momento, de los 5 niveles de automatización existentes, siendo el 5 el más alto, solo el 1 y el 2 están presentes en el mercado europeo. Se espera que en el próximo año entre en juego el nivel 3.

Por el contrario, España no está desarrollando tecnología para vehículo autónomos como tal. Sus esfuerzos, principalmente, están siendo dirigidos hacia el transporte colectivo. De tal forma, la Universidad Politécnica de Madrid ha desarrollado diferentes softwares destinados para microbuses públicos.

La seguridad, una barrera a superar

Uno de los factores que está limitando el desarrollo del vehículo autónomo está siendo la seguridad, tanto de los pasajeros como la de los otros vehículos y peatones. Muchos países y actores de la automoción se plantean ya cómo debe ser el futuro marco regulatorio que legisle a los vehículos autónomos.

De hecho, les surgen preguntas, muchas de las cuales aún no tienen una respuesta clara y certera: Por ejemplo, ¿qué sucede en caso de accidente? ¿Quién es el responsable? ¿Quién gestiona los datos personales que genere el vehículo? ¿Qué tecnología debe regir la comunicación entre coche y conductor?

El factor humano y su aceptación entre los conductores

A los retos legales, tecnológicos y relacionados con la seguridad, se suma el factor humano. El desarrollo del vehículo autónomo debe estar pensado para satisfacer a los conductores y adaptarse a las capacidades humanas. Esto último es lo que, por el momento, no se está haciendo. Al menos así lo indica un reciente estudio de la Universidad de Southampton.

Explican desde la anterior institución que, con un nivel intermedio de autonomía, se está restando seguridad al pasajero y demás vehículos. Sus estudios demuestran que una atención parcial, disminuye el tiempo de reacción humana al generarse un estado de “falsa seguridad”.

Este y otros muchos factores hacen que la conducción autónoma aún no esté del todo aprobada por los conductores. Según un estudio elaborado por Deloitte Global Automotive, la confianza en el vehículo autónomo no se ha elevado mucho con respecto a otros años. Incluso, señalan que en algunos otros países como Alemania o Estados Unidos se ha disminuido la confianza en ellos.

Un gran número de retos por afrontar que, con el tiempo, no solo desarrollará un nuevo negocio en el sector de la movilidad y automoción. También se cree que ayudará a reducir, de forma notable, la siniestralidad ya que, a día de hoy, el 90% de los accidentes se producen por errores humanos.

El futuro del sector será autónomo, pero también conectado y compartido. En ALD Automotive trabajamos a diario para que la movilidad avance hacia las últimas tendencias digitales. En los últimos años, no solo hemos desarrollado importantes softwares informáticos que facilitan el acceso a los servicios de renting a nuestros clientes, sino que también hemos puesto en valor otras soluciones de futuro como el carsharing para empresas.

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