¿Qué son los aparcamientos intermodales de Madrid?

Los aparcamientos intermodales, más conocidos por todos como aparcamientos disuasorios, son grandes espacios habilitados cerca de un transporte público para intentar que los conductores del extrarradio cambien el coche por el metro o el autobús para llegar al centro de la ciudad.

Estos aparcamientos intermodales son, sencillamente, espacios habilitados con una gran cantidad de plazas de parking ubicados a apenas unos pasos de cualquier medio de transporte público como metro, tren o autobús, y están recogidos en el nuevo Plan de Calidad del Aire impulsado por el ayuntamiento de la capital. Su objetivo es que los conductores que vienen desde el extrarradio puedan aparcar aquí sus vehículos y llegar al centro de la ciudad en transporte público.

Cada uno de estos parkings contará con unas 500 plazas de aparcamiento disponibles entre las 6 y las 22 horas de lunes a sábado. Los precios por dejar el coche aquí oscila entre 0,5 y 1,5 euros al día o gratuito si se presenta el título de transporte público utilizado ese día. Además, la duración mínima debe ser de 2 horas y la máxima de 24 horas.

Aunque es una medida relativamente nueva, el objetivo es que Madrid cuente con un total de 12 de estos aparcamientos intermodales a corto plazo, conectando las principales arterias de entrada y salida de la ciudad con el interior de la misma. De hecho, el Ayuntamiento madrileño ya ha fijado las ubicaciones: Pitis (M-40), Paco de Lucía (M-40), Fuente de la Mora (M-40), Valdebebas (M-11), Canillejas (A-2), Estadio Olímpico (A-2), Santa Eugenia (A-3), San Cristobal (A-4), Villaverde Alto (A-42), Villaverde Bajo Cruce (A-4), Aviación Española (A-5) y Colonia Jardín (M-502 y M-511).

Por el momento, sólo está disponible desde el 1 de enero el situado junto a la A2 y el Wanda Metropolitano, el nuevo estadio del Atlético de Madrid, que por su ubicación cuenta con una capacidad superior de más de 3.000 plazas y también estará disponible para los días en los que haya programados eventos.

Según los últimos datos, el uso de este tipo de aparcamientos disuasorios ha crecido un 400% en número de usuarios.