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El director general de la DGT, Pere Navarro, ha reconocido que hay, en la actualidad, cerca de 300.000 personas en lista de espera para poder llevar a cabo el correspondiente examen de conducción y obtener, así, su carnet de conducir.
De acuerdo con Pere Navarro, ya se ha puesto en marcha un plan de contingencia especial con varias medidas, entre las que cabe destacar la posibilidad de que los examinadores lleven a cabo horas extra, que se liciten nuevas plazas de examinador, e incluso que se añadan al cuerpo de examinadores a la reserva de la Guardia Civil.
Ante esta situación de colapso en la realización de exámenes, se ha propuesto que las pruebas se hagan extensibles también a la tarde y a los fines de semana. De esta forma, se espera poder reducir en unas 90.000 las pruebas de obtención del carnet antes de llegar a julio, hasta alcanzar las 210.000 pruebas por realizar. En lo referente a las horas extra que los funcionarios tendrán que llevar a cabo para aliviar esta situación, Tráfico ha anunciado que destinará una partida extraordinaria de 900.000 euros para cubrir los salarios.
Según Asextra, la asociación profesional de examinadores de tráfico, “nos comprometemos a realizar horas extra y a movernos a otras provincias para poder reducir el número de exámenes pendientes. También vemos con buenos ojos la incorporación de los reservistas de la Guardia Civil”.
El origen de esta situación, según Pere Navarro, viene causado por la huelga de examinadores de tráfico que se convocó entre los meses de junio y diciembre de 2017, que provocó que hasta 66 autoescuelas españolas concluyeran su actividad, y que no se celebrasen cerca de 220.000 exámenes prácticos.
Entonces, el colectivo de examinadores consiguió el aumento de 250 euros en sus salarios, algo que ratificó el Congreso en mayo de 2018. Para poner fin a esa situación de saturación, los propios examinadores propusieron hacer más pruebas al día, siempre y cuando no se excediese su jornada laboral, aunque no hubo finalmente un acuerdo al respecto.
Asextra, por su parte, también achaca a la huelga parte de esta situación, aunque también señala a la crisis económica como principal artífice de la lista de espera, así como la poca reposición de funcionarios o el escaso nivel de preparación de los alumnos que se presentan a las pruebas prácticas.
