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La tarjeta manos libres fue un antes y un después para la marca francesa. El primer coche en equiparla fue la segunda generación del Renault Laguna.
Hay que retroceder al año 2001. Renault decidió presentar algo que hiciera colocar a la marca francesa en lo alto de la innovación de la época. Entonces, el jefe de producto de la marca, Bernard Dumondel, decidió lanzar al mercado una tarjeta similar a las que se utilizan en los hoteles para sustituir las llaves físicas de los coches.
Así pues, con la segunda generación del Renault Laguna, apareció la tarjeta manos libres. A partir de este momento, la tarjeta fue apareciendo en otros modelos de la marca como el Space, el Clio o el Megane.
Como funciona la tarjeta manos libres
EL funcionamiento de dicha tarjeta electrónica es complejo. Cuando el propietario se acerca al vehículo, una serie de emisores y receptores se activan, y mandan una señal de radio con la cual el vehículo desactiva las cerraduras . Además, si te alejas, este sistema permite que el coche lo detecte y vuelva a activarlas.
Uno de los mayores problemas era que, debido a la falta de costumbre, la gente tendía a olvidarla y perderla. También se dieron muchos casos de personas que la metieron a la lavadora. Por ello, Renault decidió reforzarla para que, si se daba tal situación, no sucediera nada.
Aunque es cierto que con la llegada de los smartphones, la tarjeta se ha convertido en un complemento a las aplicaciones móviles, sigue siendo algo que a los usuarios de la marca francesa les gusta. Dos de cada tres vehículos Renault que se vendieron el año pasado venían acompañados con dicha tarjeta.
Veremos si en el futuro la empresa francesa sigue apostando por hacer un dispositivo físico, o acabará desapareciendo para ser únicamente digital.
