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Qué es el grafeno

¿Qué es el grafeno y qué ventajas tiene su implementación en el automóvil?

El grafeno es uno de los materiales más revolucionarios de los que tengamos conocimiento en la actualidad. Su utilización ofrece innumerables aplicaciones y en el sector de la automoción parece que es donde mayor es su ámbito de utilización.

Los principales cambios tecnológicos han venido motivados muchas veces por la necesidad. La contaminación medioambiental, el consumo de recursos y la poca eficiencia energética son algunas de las causas de que el grafeno sea considerado un súper material, que, con su utilización en distintos apartados de la vida diaria, eliminaría todas las desventajas y problemas anteriormente mencionados.

Algunas de las investigaciones más importantes en el campo del grafeno y de cómo su utilización en los coches se puede traducir en ventajas significativas, en todos los niveles y campos que tienen vinculación con estos, se están desarrollando en España. El empleo del grafeno propone, lejos de la sustitución de los coches, una mejora vanguardista.

Aumento de la autonomía

Las principales investigaciones del grafeno en el coche están relacionadas con la autonomía, el talón de Aquiles de la mayoría de coches eléctricos modernos. El año pasado, una sociedad de trabajo integrada por la Universidad de Córdoba y la empresa murciana Graphenano desarrollaron una batería para coches eléctricos que integraba grafeno en el almacenamiento y la conducción de esta energía.

Los resultados dieron pie a uno de los avances más prometedores: ganar una autonomía hasta ahora insospechada en los coches eléctricos, lo que aumentaría la eficiencia energética de este método, prescindiendo cada vez más de las energías provenientes de combustibles fósiles. La batería, fabricada en España ofrece una autonomía de 600 Watts por cada kilogramo, ofreciendo una compresión de energía del 74% en comparación a las utilizadas, por ejemplo, en Tesla Model S, el coche eléctrico más popular.

Al mismo tiempo, ofrece una autonomía de 1.000 kilómetros, un 60% más que la batería eléctrica de mayor autonomía hasta el momento. Esto significa que el grafeno podría ser una solución energética viable en el mediano plazo.

Elemento estructural

Pero el grafeno no solo se aplica a las baterías de los automóviles. El chasis de los vehículos también está siendo objeto de pruebas con este material. La «columna vertebral» de un coche es una parte vital del automóvil, puesto que ella le permite mantener la estabilidad y la seguridad del mismo en caso de alguna colisión.

Integrar el grafeno en el chasis, en proporciones cercanas al 2% –como se está haciendo actualmente en prototipos– permitiría construir automóviles con una estructura muy ligera, más estable y con una resistencia a las colisiones que aumentaría hasta un 50%. De esta manera, las componentes del vehículo se convertirían en piezas más durables y resistentes.

Eficiencia energética

El grafeno permite conducir la energía hasta 200 veces más rápido que otros materiales utilizados en el sistema de cables y sensores de los coches. Por esta razón, el simple uso del grafeno en el sistema eléctrico que da vida a todas las herramientas de un coche –sensores, pantallas, sistemas de seguridad, sistemas de audio…– permitiría a los fabricantes y a los usuarios un ahorro de energía muy importante, dada la eficiencia en el transporte de la misma.

Los sistemas de almacenamiento de energía actuales ofrecen una compresión cercana a los 160 watts por kilogramo, mientras que en la conducción de dicha energía se pueden evidenciar pérdidas de hasta el 30%. El grafeno resolvería, en gran medida, todos estos problemas.

Coches más seguros

Uno de los coches que en la actualidad utiliza el grafeno en su proceso de producción, es el GTA Spano –de fabricación española–. En su composición destaca la inclusión en el chasis y en la carrocería de una combinación de materiales en la que el grafeno cobra una importancia vital. Una circunstancia que le convierte en un material ideal para el blindaje, para soportar altas temperaturas y resistir colisiones fuertes.

Por eso, la seguridad es una de las ventajas principales de la utilización del grafeno en los coches modernos, sobre todo en la alta gama y en los coches eléctricos. Y si bien se trata de pequeños pasos, la industria automotriz parece estar abrazando paulatinamente este material.

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