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El parabrisas es un elemento fundamental a la hora de proteger de los agentes externos, pero… ¿sabías que tiene muchas más funciones?
Los parabrisas son uno de los componentes más antiguos del automóvil. Y es que, en cuanto los vehículos comenzaron a incrementar su velocidad máxima, se hizo necesaria una barrera que protegiera a los ocupantes del exterior.
Eso sí, aquellos primeros parabrisas de principios del Siglo XX poco tienen que ver con los actuales que, cumplen con funciones imposibles de averiguar a simple vista. A continuación, enumeramos las más importantes.
1. Diseñado para no romperse
El parabrisas es el resultado de unir dos capas de vidrio, con una película de polímero transparente denominado PVB. Gracias a esta técnica el parabrisas incrementa notablemente su resistencia antes de romperse y, una vez que lo hace, la franja intermedia de PVB consigue que no se desprendan fragmentos de cristal.
2. Incrementa la rigidez del chasis
El parabrisas está unido a la carrocería con un potentísimo adhesivo de poliuretano y cuenta con una función estructural: al igual que una caja de zapatos es más rígida cuanto tiene la tapa, un coche también lo es cuanto tiene parabrisas.
3. Diseñado para facilitar la visión
Uno de los grandes retos de los parabrisas es que no deben deformar la visión en absoluto… y eso es todo un reto teniendo en cuenta que son cristales curvados. La clave para conseguirlo es que las tres capas que componen el parabrisas sean perfectamente paralelas entre sí.
4. Aíslan del ruido exterior
La insonorización es otra de las funciones fundamentales del vehículo, gracias a la capa de PVB, que se encarga de absorber el sonido.
5. Rebaja la temperatura del habitáculo
El parabrisas está diseñado para cumplir una función atérmica. Para empezar, la capa PVB es un filtro para los rayos ultravioleta, al igual que los cristales; que incluyen partículas metálicas diseñadas para evitar deslumbramientos y absorber los rayos UVA.
6. Es un aliado del airbag del acompañante
Cuando el airbag del conductor se despliega, la parte superior se apoya en el parabrisas. ¿La razón? Así consigue una mayor eficacia a la hora de minimizar los daños en la cabeza y cuello del pasajero durante una colisión.
7. El parabrisas es ultrarresistente a los impactos
Aunque no lo creas, romper algo un parabrisas es algo realmente difícil. De hecho, están diseñados para que el cuerpo de un animal no entre al habitáculo y para reducir el riesgo de eyección de los pasajeros en caso de accidentes. El cualquier caso, no son irrompibles y, por ejemplo, un objeto con poca superficie como guardarraíl podría atravesarlo.
8. Sirve para instalar antenas de radio
Durante décadas, los parabrisas delanteros han servido para instalar antenas de radio; en especial en aquellos casos en que la luneta térmica es muy pequeña. De hecho, si tu coche tiene un par de filamentos en forma de L en la parte superior, se trata de las antenas de la radio.
9. Diseñado para poder descongelarse rápido
Muchos parabrisas incorporan una función de calefacción que es capaz de descongelarlos rápidamente en invierno. Se trata de una serie de pequeños filamentos que lo recorren en dirección vertical con un funcionamiento similar al de la luneta térmica trasera… pero con un aspecto mucho más sutil. Por ejemplo, es una tecnología que Ford emplea desde hace años.
10. Diseñado para que funcionen HUD
En muchos modelos, el parabrisas sirve como elemento sobre el que se proyecta la imagen del Head Up Display. Este tipo de parabrisas son especiales y cuentan con una lámina de PVB cuyo espesor varía en la zona donde se forma la imagen, para dotarla de una mayor nitidez.
