Llevar en el coche un botiquín lo suficientemente completo puede resultar realmente importante en caso de accidente, especialmente en invierno. Para que sea útil en cualquier circunstancia, el botiquín debería contener:
– Una caja hermética y de poca altura para que tenga mejor accesibilidad.
– Toallitas de alcohol 70º -dos sobres unidosis- para limpiarse las manos antes de manipular el contenido del botiquín.
– Guantes de vinilo –dos pares-. Deben usarse siempre, tanto para la protección del usuario como de la del herido.
– Suero fisiológico –dos envases de 10 ml-. Especialmente útil para lavar heridas.
– Gasas estériles –tres paquetes de cinco unidades-, para limpiar, secar, desinfectar y cubrir heridas.
– Apósito de hidrogel para quemaduras –un sobre, por ejemplo, Burnshield, de 10×10 cm-.
– Apósitos adhesivos tipo “tirita” –un envase con 12 unidades de distintos tamaños-.
– Vendas de malla -una de 5cm x 5 m y una de 7,5 cm x 5 m-.
– Vendas elásticas de crepé – una de 7 cm x 4 m y una de 10 cm x 10 m- para realizar vendajes compresivos.
– Esparadrapo de tela –un rollo de 2,5 cm x 5 m- y uno hipoalergénico –de papel, un rollo de 2,5 cm x 5 m-.
– Tijeras de “pico de pato” de 14 cm y realizadas en acero quirúrgico.
– Pinzas de depilar, útiles para sacar espinas u objetos que se puedan quedar clavados en la piel.
– Manta térmica, esencial para mantener la temperatura en accidentados graves.