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Revisión del vehículo

Principales elementos a revisar para la puesta a punto del vehículo ante la llegada del otoño

La compañía aporta claves en la revisión del vehículo sobre para llevar a cabo una conducción segura y óptima ante el inicio de la temporada otoñal, que trae consigo una reducción de horas diurnas, así como un incremento de lluvias, heladas y tormentas y un acuciado descenso de las temperaturas.

Con la llegada del otoño, es imprescindible hacer una nueva revisión del estado del vehículo, debido a las condiciones climatológicas derivadas de esta estación como la disminución de horas de luz, el aumento de las lluvias y tormentas, la aparición de niebla con mayor frecuencia y el descenso paulatino de las temperaturas. Por ello, ALD Automotive, compañía de gestión y renting de flotas, detalla qué aspectos del vehículo es prioritario examinar durante estos meses del año, con el fin de evitar contratiempos o determinados problemas y averías y obtener, así, una seguridad óptima en la conducción:

  1. Revisar el nivel de líquidos del coche. Durante el verano, se suele dar al coche un uso intensivo que puede repercutir en un descenso de los niveles de líquidos, sumado a las altas temperaturas propias de esta época. Por esta razón, se debe revisar todos los líquidos del automóvil, como el líquido anticongelante, el lubricante, ya que la falta de lubricación en el motor puede llegar a provocar averías muy costosas. También el de freno y el de limpiaparabrisas, dado que su uso aumentará en otoño ante la presencia de abundantes lluvias.
  1. Comprobar el funcionamiento de la batería. Tras el desgaste sufrido durante el periodo estival, las baterías de los vehículos quedan debilitadas, debido al uso excesivo del aire acondicionado o de otros dispositivos derivados y, por ello, es necesario revisar su estado para contar con una batería cargada y en perfecto estado de funcionamiento, ya que los sistemas de climatización comienzan a funcionar a pleno rendimiento durante esta estación.
    Asimismo, con la llegada del frío, se requiere de una mayor intensidad de energía eléctrica para encender el coche, por lo que, para no malgastar la vida útil de este elemento, se aconseja no conectar la radio, las luces o la calefacción con el motor sin arrancar, con el fin de consumir menos y que, por tanto, la batería tarde en mostrar signos de agotamiento. Para comprobar la carga de la batería, se aconseja la utilización de un polímetro, que deberá presentar, como mínimo, un valor entre 12 y 13 voltios.
  1. Examinar el estado de los neumáticos. Los neumáticos son uno de los componentes más relevantes para la seguridad del coche, así como de todos los ocupantes del mismo Así, comprobar que el desgaste de los neumáticos no sea excesivo es una tarea elemental ante la llegada inminente de esta estación, ya que, de no hacerlo, el conductor podrá tener problemas de estabilidad al frenar.
    Según la normativa, la profundidad del dibujo, fundamental a la hora de garantizar una frenada eficaz y buena adherencia, no deberá ser inferior a los 1,6 milímetros. Se recomienda cambiar las cubiertas cuando las ranuras de la banda de rodadura alcancen los tres milímetros de profundidad, especialmente en periodos de lluvia, nieve o hielo, así como cuando aparezcan los testigos de límite de desgaste en la goma.
  1. Frenos y amortiguadores, a punto. Las pastillas y discos de freno pueden encontrarse desgastadas tras la utilización continuada del vehículo en los meses estivales y, por ello, el coche se debe revisar en el caso de que se detecten ruidos o vibraciones al frenar o que el pedal de freno se hunda o esté muy duro. Por otro lado, el vehículo no se adecuará al asfalto correctamente si los amortiguadores se encuentran desajustados, por lo que es imprescindible revisarlos cada 20.000 km, para así garantizar una conducción segura y óptima.
  1. Revisar la situación de las escobillas. La exposición al sol del coche en verano acelera la degradación del caucho encargado del barrido del parabrisas y, en otoño, puede darse el caso de que las escobillas pierdan elasticidad y no evacúen bien el agua. Por esta razón, se aconseja afrontar la llegada de estos meses con escobillas renovadas, con el fin de hacer un uso más eficiente de este elemento, ya que de ellas depende nuestra visibilidad.
  1. La importancia del estado de las luces y de los faros. Durante el otoño, se produce una reducción de las horas de sol que hace que comience a anochecer antes, por lo que es imprescindible revisar el sistema de alumbrado y señalización del coche, poniendo el foco en las luces delanteras, de posición, de cruce y de carretera, las luces traseras, de posición y de freno; sin olvidar los intermitentes. Además, es conveniente pulir los faros, revisando posibles grietas en los que pueda entrar agua y suciedad o eliminar la acumulación de insectos en este elemento que se haya producido durante el verano. Unos fatos en buen estado, iluminarán correctamente la carretera y ayudarán a la visibilidad de los demás conductores.

Puedes echar un vistazo a nuestro vídeo sobre los elementos clave en la revisión de tu vehículo aquí.

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