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Esta es una de las conclusiones que se han extraído de la Mesa de la Movilidad Inteligente como Servicio (MMIcS) celebrada el pasado mes de octubre, en la que ha participado ALD Automotive
ALD Automotive ha participado, junto con Grant Thornton y Nissan, en la Mesa de la Movilidad Inteligente como Servicio (MMIcS), un encuentro organizado por y para profesionales cuyo objetivo es el establecimiento de un foro de debate y estudio sobre la base de un Observatorio que analice la situación en España respecto a la Movilidad Sostenible y de Conectividad Inteligente.
Actualmente se habla de la movilidad como servicio, inteligente, conectada, sostenible y segura. Pero todavía existe un reto: las Administraciones Públicas deben adaptarse a los cambios y a los retos que presenta el sector. La organización territorial de España se divide en tres niveles: Administración General del Estado, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. El problema radica en que cada uno de estos niveles tiene sus propias competencias, lo que complica la toma de decisiones en el marco de la movilidad y provoca confusión en los usuarios. Por lo tanto, es necesaria la colaboración entre las Administraciones Públicas y las empresas privadas para permitir el avance y el progreso hacia la movilidad inteligente.
Este tipo de movilidad se basa en los siguientes principios: flexibilidad, eficiencia, accesibilidad, tecnología limpia y seguridad. La movilidad inteligente implica un cambio de mentalidad para los usuarios, ya que su demanda de movilidad no se puede satisfacer con el incremento de infraestructuras, por lo que deben hacer un uso más inteligente de los recursos con los que se cuenta a día de hoy, como por ejemplo la movilidad compartida, el uso del transporte público o el uso de los modos blancos (andar o bicicleta). Por ello, se debe impulsar y optimizar la movilidad global, con sistemas que faciliten la vida de los usuarios y de la sociedad respetando a su vez el medioambiente.
Como conclusiones de la MMIcS, el sector de la movilidad debe superar tres retos para progresar: el uso y armonización de datos; la comunicación al usuario y la homogeneización legislativa. Por otra parte, para que la Movilidad Inteligente como Servicio pueda funcionar, se deben satisfacer tres pilares: las necesidades y exigencias del usuario; las necesidades de los propios operadores y que la movilidad inteligente como servicio sirva para mejorar la movilidad, la calidad del aire o el uso de los espacios públicos.
