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La Dirección General de Tráfico ha anunciado su intención de modificar la normativa actual para adelantar a ciclistas en carretera con el objetivo de reducir al máximo el número de atropellos mortales en las carreteras de nuestro país. Esta reforma formará parte del Real Decreto que modificará, a su vez, la Ley de Tráfico.
2019 fue un año trágico en lo que a fallecimientos de ciclistas se refiere, al haberse producido 36 decesos en este colectivo durante todo el año. Una cifra ligeramente inferior a la del año anterior, solo un 10%, teniendo en cuenta la importante bajada de desplazamientos por carretera que se produjo con motivo de la pandemia.
Ante estas cifras, el organismo dirigido por Pere Navarro ha decidido tomar decisiones importantes encaminadas a proteger a los ciclistas frente a posibles accidentes. Uno de los más importantes pasará por modificar la normativa de adelantamientos en carretera, que estará recogida en la nueva Ley de Tráfico que será aprobada en los próximos meses.
Debido a las características de este medio de transporte, cada vez más popular como forma de movilidad urbana, es necesario extremar las precauciones a la hora de maniobrar para no comprometer su seguridad. Hasta el momento, la normativa establece que, antes de emprender un adelantamiento, se debe asegurar una distancia mínima de 1,5 metros entre el coche y el ciclista, siempre respetando el límite de velocidad, e incluso invadiendo el carril contrario rebasando una línea continua si es necesario, aunque cerciorándose de que esta maniobra no pone en peligro a ningún vehículo en el carril contrario.
Sin embargo, la nueva normativa será aún más exigente, estableciendo la necesidad de guardar al menos dos metros de distancia entre el vehículo y los ciclistas. Además, se baraja también la posibilidad de reducir la velocidad máxima de la maniobra a 20 km/h por debajo del límite permitido de la vía por la que se circula. Así, si un vehículo pretende adelantar a un ciclista o pelotón en una carretera cuyo límite es de 90 km/h, el coche deberá reducir su velocidad a 70 km/h.
El mismo director general de la DGT fue el responsable de anunciar estas medidas durante la celebración de un coloquio de Executive Forum. En él, también comentó que, en caso de incumplir esta nueva norma, los agentes de tráfico estarán habilitados para imponer una multa de 200 euros y la pérdida de 3 puntos del carnet de conducir.
