Así han evolucionado los Citroën «Made in Spain» en los últimos 60 años

Desde su llegada a España en 1924, Citroën ha sido una de las marcas más activas en lo que a fabricación de vehículos se refiere. Así, cuando en 1958 se iniciaba la producción en la planta de Vigo, se daba inicio a una historia que pasa por 36 modelos “made in Spain” distintos.

Con el paso del tiempo, además de la planta gallega se han sumado otras dos, en las que se fabrican modelos especialmente importantes para la estrategia empresarial del Grupo PSA en nuestro país. En la planta de Villaverde (Madrid) ya se ensamblan el nuevo Citroën C4 y su versión eléctrica, el ë-C4. Además, en Figueruelas (Zaragoza) se fabrican modelos como el C3 Aircross y el Berlingo, además del monovolumen Grand C4 SpaceTourer.

Repasamos algunos de los modelos más importantes de la historia de la marca francesa que se han fabricado en nuestro país.

Citroën AZU (1958-1970)

Pasará a la historia como el primer modelo en ser fabricado en España, concretamente en la planta de Vigo. Se trataba de una furgoneta que derivaba del archiconocido 2CV, y que aprovechaba su resistencia y versatilidad. Durante su primer año de vida, se fabricaron 400 unidades en la planta gallega, de los cuales los primeros 25, que tardaron cerca de un mes en ensamblarse, tuvieron como destino Casablanca (Marruecos).

Aprovechando la fabricación del AZU, pronto se sumó a la factoría de Vigo el 2CV, un modelo con un motor de 375 cc y 9 CV, aunque pronto se elevó su potencia hasta los 18 CV. De este modelo se llegaron a fabricar, en todas sus generaciones, más de 5,1 millones de unidades.

Citroën H (1962-1965)

Es considerado por muchos uno de los furgones más completos y avanzados de su época. Tanto es así que incorporaba todos los avances tecnológicos disponibles, como el Citroën Traction, que aportaba la tracción delantera, a los vehículos comerciales.

Aunque solo estuvo en fabricación en Vigo durante un periodo de tres años, es uno de los modelos que más ha trascendido en el tiempo, ya que en la actualidad es habitual encontrarlo como “food truck”.

Citroën Dyane 6 (1968-1983)

El auténtico sucesor del 2CV, con el que compartía motores y línea de montaje, fue desarrollado originalmente por el carrocero Panhard. Con una clara vocación urbana, este modelo estuvo en producción durante 15 años en la planta viguesa.

Aunque pretendía aprovechar la popularidad de su antecesor, en su momento resultó revolucionario, especialmente por su portón trasero, que hoy en día continúan imitando multitud de marcas.

Citroën Visa (1981-1988)

Con un carácter urbano muy marcado, el Visa estrenó multitud de elementos de diseño, pero también técnicas, que hoy en día se siguen utilizando en los modelos actuales. Un ejemplo de ello es la calandra delantera integrada en el paragolpes, algo muy habitual en la actualidad.

A pesar de tratarse de un modelo de reducidas dimensiones, la marca francesa aprovechó este modelo para demostrar una gran capacidad de desarrollo deportivo, ya que contó con una versión más aspiracional, la GTi, que incrementaba notablemente sus prestaciones.

Citroën Méhari (1968-1987)

Es, sin duda, uno de los modelos más populares de la historia, que hoy tiene sucesor en un vehículo eléctrico que hereda su espíritu aventurero. El Méhari original estaba basado en la plataforma del Citroën Dyane, con el que compartía también el motor de 602 cm3 con 26 CV de potencia.

A modo de detalle, su nombre coincide con el de un “dromedario doméstico de tamaño mayor que el normal y gran resistencia y velocidad”.

Citroën AX (1986-1997)

Si el Citroën Visa fue considerado un adelantado a su tiempo, su heredero natural, el AX, no lo era menos. En este caso, por su apuesta urbana eficiente, ya que se buscó, desde su diseño, un mayor compromiso con la aerodinámica, pero también con unos motores más eficientes y con un peso más bajo de lo habitual para reducir consumos.

Pero si algo sorprendía a sus usuarios era el máximo aprovechamiento de su espacio interior, que permitía que cuatro adultos pudiesen viajar cómodamente. Sus formas sencillas pero robustas contribuían a alargar la vida útil de un modelo del que aún se encuentran unidades en perfecto estado.

Citroën CX (1976-1980)

Otro modelo revolucionario, el nombre del CX deriva directamente de su coeficiente aerodinámico, que en este modelo era de 0,35 cx, una cifra más propia de un vehículo deportivo de la época que de una berlina con aspiraciones familiares.

Como buen sucesor del conocido “Tiburón”, este modelo contaba con multitud de avances tecnológicos, así como con una estética más que innovadora también en su interior.

Citroën BX (1983-1992)

Sucesor natural del BX, fue uno de los modelos más populares de su época, especialmente por su confort y por su gran comportamiento en carretera. Además, fue también uno de los preferidos por los amantes de la velocidad, especialmente gracias a su versión GTI 16 V, que era capaz de alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h.

Pero si por algo fue conocido en nuestro país fue por ser el coche de policía por excelencia en los años 80 y 90. De hecho, fue uno de los primeros modelos en mostrar el color azul que identifica al Cuerpo Nacional de Policía creado en 1986.

Citroën Berlingo (1996-)

Es uno de los vehículos más comerciales más populares y utilizados de la historia. Desde su lanzamiento en 1996, se trata de un modelo que ha evolucionado de forma notable, heredando multitud de factores que hacen que la barrera entre un vehículo comercial y un turismo se diluyan.

Su versión actual, también fabricada en Vigo, incorpora todo tipo de innovaciones tecnológicas, como Head Up Display, freno de estacionamiento eléctrico o regulador de velocidad con función Stop, hasta hace muy poco solo reservadas a turismos de gama media-alta.

Citroën C4 Cactus (2014-2020)

Fabricado en exclusiva en la planta madrileña de Villaverde, se trató desde su lanzamiento de un modelo especialmente revolucionario, que incorporaba detalles estéticos y funcionales como los Airbumps para proteger la carrocería frente a las agresiones del día a día, como de eficiencia, con una reducción muy importante de peso.

Considerado toda una alternativa a las berlinas tradicionales, tanto su primera como su segunda generación han destacado por su practicidad y por su gran espacio interior.