Las autoridades de China han decidido dar un paso adelante e impulsar el desarrollo del vehículo autónomo en su territorio al conceder las primeras licencias para que los fabricantes chinos puedan llevar a cabo pruebas de conducción desatendida en carretera abierta.
Después de que Baidu, una empresa tecnológica similar a Google, llevase a cabo una primera tanda de pruebas en Pekín en condiciones reales de tráfico pero sin la autorización previa, el gobierno chino ha decidido establecer una primera normativa en relación a este tipo de vehículos, para que puedan llevar a cabo pruebas controladas en una zona limitada de la ciudad de Shanghai.
Se trata de un área con una longitud aproximada de 6 kilómetros ubicada en el distrito de Jiading, donde se encuentran las principales industrias del sector de la automoción. Gracias a la creación de este circuito, las autoridades del país oriental pretenden colocar a China a la cabeza en el desarrollo tecnológico del coche autónomo, y servir, al mismo tiempo, de campo de pruebas para multitud de empresas internacionales.
Las dos primeras empresas en recibir esta autorización han sido SAIC Motor y NIO, las cuales ya han recibido las placas correspondientes. Aunque en la ciudad de Shanghai ya existía un circuito cerrado para poder llevar a cabo este tipo de pruebas, será la primera vez que ambas se aventuren a probar sus prototipos autónomos en una carretera abierta al público.